Miguel Fernández-Melero Enríquez
Asesor Jurídico del Colegio
No suele ocurrir en nuestro territorio, por eso hace tiempo que no hablamos en esta tertulia de un delito cuyo agravamiento viene expresamente previsto por el Código Penal para los médicos, que es el de omisión del deber de socorro.
En la última modificación de la ley penal no se ha corregido absolutamente nada de los artículos 195 y 196, de forma que el hecho sigue estando igual de castigado que antes de la última modificación. De la existencia de este delito, que no admite excusas, no debía tener conocimiento el médico de guardia de un hospital de Manzanares, que pensó que le era de aplicación el Real Decreto 866/2001, de 20 de julio, que regula las funciones de los facultativos de los servicios de urgencias, y sobre la base de que no debía abandonar el hospital no atendió el aviso de que saliera a atender a un herido en accidente de tráfico, el cual se encontraba cerca del centro y contactó con el servicio de urgencias 112, produciéndose posteriormente el fallecimiento.
Por eso, primero la Audiencia Provincial de Ciudad Real, por el procedimiento de la Ley del Jurado, y después la Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha han condenado al facultativo como autor de un delito de omisión del deber de socorro, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad penal, a las penas de ocho meses de multa a razón de doce euros diarios, debiendo cumplir en caso de impago un día de privación de libertad por cada dos cuotas diarias no satisfechas e inhabilitación especial para el ejercicio de profesión o cargo público, profesión o empleo de facultativo durante seis meses, y a indemnizar a cada uno de los dos hijos del fallecido con 20.000 euros y a los padres con 30.000 euros.
Otro problema que tuvo el médico es que, en el juicio, la aseguradora del hospital planteó el rechazo del siniestro, sobre la base de que se trataba de un delito doloso y que los hechos dolosos no pueden estar asegurados. Pero ese es otro tema del que, si les parece, podemos ocuparnos otro día.
Y la semana que viene, más.