El Colegio de Médicos de Cádiz (COMCADIZ) acogió la mesa redonda ‘Relación médico-paciente’, organizada conjuntamente a la Real Academia de Medicina y Cirugía y celebrada en el Auditorio de la sede de la corporación colegial gaditana.

Tras la bienvenida a cargo del vicepresidente primero del COMCADIZ, Antonio Ares, tuvo lugar la intervención de Serafín Romero, expresidente del Consejo General de Colegios de Médicos, quien al abordar la evolución histórica y el contexto actual de dicha relación afirmó que “convertir la relación médico-paciente en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad es reconocer que el cuidado, la escucha y el respeto son valores universales que merecen ser protegidos como legado ético y cultural”.

A continuación, Eva María Repetto, responsable de Comunicación del COMCADIZ, al referirse a la dimensión comunicativa de esta relación que establecen médico y paciente, señaló que “escuchar, explicar y empatizar no son habilidades accesorias sino pilares clínicos que fortalecen el vínculo con el paciente, mejoran la adherencia al tratamiento y elevan la calidad asistencial”. Pilar Martínez, presidenta de la Comisión de Deontología del COMCADIZ, indicó que “cuando la empatía, la confianza y la autonomía se entrelazan, la medicina se transforma en cuidado verdadero y entonces el paciente no solo es tratado sino reconocido, acompañado y respetado”.


En el siguiente bloque de la mesa, con el paciente como protagonista, Rosa Arroyo, vicepresidenta segunda del Consejo General de Colegios de Médicos (CGCOM), señaló que, en el cambio de roles en la toma de decisiones, el paciente “ha pasado de ser receptor pasivo a protagonista, acompañado por su médico” y que la relación entre ambos “debe basarse en el respeto mutuo y la confianza dentro de los marcos legales y deontológicos de la profesión”.

Seguidamente, el coordinador contra las agresiones al personal médico del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos (CACM) y exsecretario general del COMCADIZ, Gaspar Garrote, se refirió a las agresiones como obstáculo que “destruye la relación médico-paciente, con secuelas psíquicas y emocionales sobre el profesional que afectan a su entorno personal y a la práctica médica”.

En el apartado final, dedicado a los desafíos y oportunidades, Antonio Lorenzo, académico de número de la Real Academia de Medicina y Cirugía, transmitió que “cuando el poder eclipsa la humildad, la relación médico-paciente se resiente. El Síndrome de Hubris convierte el conocimiento en arrogancia y solo la empatía, la ética y la autocrítica pueden devolverle su humanidad”. Juan Mora, que fuera Premio al Mejor CV MIR del COMCADIZ, destacó que “la tecnología no reemplaza el vínculo médico-paciente pero, bien usada, lo potencia, libera tiempo, empodera al paciente y permite un cuidado más humano, ético y centrado en la persona”.










