Hoy despedimos a un gran compañero, amigo y profesional de la medicina, que vivió intensamente, estudiando e investigando las células hematológicas y los tejidos para poder ser trasplantados, dando energía y vida a muchos pacientes.
Un doctor con vocación, un gran humanista, enamorado de la música clásica, sacra, de la pintura y de otras artes.
Dejó huella en cada uno de nosotros, que tuvimos el privilegio de conocerlo y compartir con él su trabajo, sus reuniones sociales, sus anécdotas, sus aficiones.
Su voz ha llegado a oírse en escenarios, formando parte del coro del Teatro Villamarta.
Su legado no es solo lo que hizo, sino lo que nos enseñó a todos lo que lo conocimos.
Ha luchado con esperanza, ilusión y confianza con los profesionales de la medicina en estas últimas semanas, especialmente los intensivistas del Hospital Puerta del Mar de Cádiz y todo el personal que los acompaña. Una lucha que ha finalizado con el descanso eterno.
Que tu amistad y tus enseñanzas perduren en el tiempo.
¡Tus compañeros, amigos y familiares estaremos siempre!
Charo Fatou
 
			 
			 
					








