Entre 2014 y 2015, las misiones de cooperación internacional sufrieron un total de 600 ataques que provocaron 959 muertes y 1.561 heridos en los 19 países diferentes en los que el personal sanitario coopera, según los datos que maneja la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que publica REDACCIÓN MÉDICA. Entre estas víctimas se incluye a los profesionales de la salud, pacientes y conductores de ambulancias. La OMS ha mostrado su alarma sobre los datos de agresiones en este 2016, que se han vuelto más virulentas en los últimos meses, lo que lleva a esta organización a hablar de “tendencia al alza” y de escalada en la violencia contra los cooperantes internacionales.
Resulta además especialmente preocupante que el 62% de los ataques contra centros sanitarios fueran intencionados. En este sentido, desde la OMS se recuerda y apela a la Convención de Ginebra, que establece que atacar una instalación sanitaria o de auxilio es una violación de la ley humanitaria internacional, y constituiría por tanto, de probarse los hechos, un crimen de guerra.
Siria es la región más afectada por ataques a sanitarios (38 por ciento). Tras ella, y muy lejos porcentualmente, están Cisjordania y Gaza (9 por ciento); Irak y Pakistán (7 por ciento); Libia (6 por ciento); Ucrania y República Centroafricana (5 por ciento); y Yemen (4 por ciento). Sudán, Afganistán, Sudán del Sur registran cada uno un 3 por ciento de las agresiones; Guinea, República Democrática del Congo y Nigeria un 2 por ciento, respectivamente; mientras que Colombia, Somalia, Liberia, Sierra Leona, y Myanmar se mantienen al 1 por ciento, cada uno.
La OMS llama la atención sobre la falta de información y de calidad de los datos, que en muchos casos impide llevar a cabo una investigación más profunda que permita clarificar los hechos. Al mismo tiempo la OMS ha hecho un llamamiento para que a la vez que se deploran estos hechos se pase a una respuesta global para frenarlos.