El Dr. Ricardo Rodríguez Arias ha ejercido como médico militar especialista en Aparato Digestivo en el Hospital General de la Defensa San Carlos, en San Fernando, hasta que el centro fue cedido al SAS. Después de dedicar su vida profesional a la consulta, las pruebas diagnósticas y la atención a los pacientes, de estar plenamente volcado en su actividad asistencial y en el escaso tiempo restante a su formación continuada, hoy, ya en la reserva, aporta y satisface a la vez su vocación altruista a través del voluntariado, integrado en Madre Coraje, donde llegó a través de la orientación del COMCADIZ.
¿En qué momento te planteas la posibilidad de colaborar como voluntario?
Tras mi pase a la situación militar de reserva por edad, que de hecho equivale a una jubilación anticipada, me planteé ocupar parte de mi tiempo en alguna actividad altruista. Dado que en los últimos años el Colegio de Médicos promueve la colaboración en cooperación y voluntariado, comuniqué al Colegio mi deseo de participar en alguna actividad de voluntariado y allí me dijeron que habían solicitado voluntarios en la ONG “Madre Coraje”.
¿Cómo fue ese primer contacto con Madre Coraje?
Fui muy bien recibido, tanto por quien dirige la Delegación de Cádiz como por el resto de los voluntarios que venían colaborando con la ONG desde antes. No me impusieron ningún requisito previo, facilitando que adaptara mi colaboración a mi situación personal y a mi disponibilidad.
¿Qué labores realizas?
Era consciente de que, dado que en España la Sanidad Pública cubre prácticamente de forma universal todos los servicios sanitarios, mi labor difícilmente podía estar relacionada con mi profesión, por lo que me ofrecí a hacer lo que necesitaran, y la labor que me asignaron fue la de clasificar prendas de ropa de segunda mano que la gente dona a la organización, llevándola personalmente a la sede de la organización o depositándola en los contenedores de ropa colocados al efecto en diversos lugares de la ciudad de Cádiz.
Valora tu experiencia y en qué conceptos y facetas de tu vida pueden haberte influido.
Aunque llevo poco tiempo, es una experiencia gratificante. En mi situación dispongo de bastante tiempo libre, todavía me encuentro en plenas facultades físicas y es una actividad que me permite hacer algo por la sociedad, en concreto por los más desfavorecidos, de distinta forma a como lo realizaba en mi profesión, lo que produce satisfacción personal, sin la gran carga de responsabilidad que conllevaba el ejercicio de la medicina.
Animo a que los que dispongan de tiempo libre para que colaboren con cualquiera de las muchas ONGs que tenemos en España y que realizan labores tan encomiables.