Dr. Juan Bartual Pastor
Estimados compañeros de viaje:
Continuando el encargo de Carmen Sebastianes y apelando a la paciencia y benevolencia que adorna a los galenos, tan castigados últimamente y habituados a sufrir, emprendo la redacción a mi modo de la crónica de la excursión a las provincias castellanas de Valladolid y Zamora.
Dice el refrán que a quien madruga, Dios le ayuda y ciertamente en esta ocasión hemos madrugado de lo lindo. No menos cierto es que, a cambio, hemos tenido infinitas compensaciones. Podría titular este relato como “Crónicas de amaneceres” y hemos compartido unas deliciosas jornadas con compañeros y amigos, descubierto infinidad de panoramas, ciudades, monumentos, tesoros artísticos, historias y leyendas que nos han enriquecido.