Miguel Fernández-Melero Enríquez. Jefe de la Asesoría Jurídica
La prensa local ha informado, esta misma semana, de que se ha producido una denuncia contra el Hospital de Puerto Real, porque un traslado en ambulancia medícalizada se produjo con cinco horas de retraso. Ello ha supuesto la existencia de posibles daños a un joven con leucemia, que necesitaba de forma urgente una intervención quirúrgica, la cual se ha debido posponer.
Al parecer, en el Hospital de Jerez se detectó una posible complicación de hígado, por lo que se hizo necesario el traslado urgente del paciente al Hospital de Puerto Real para hacerle una biopsia y así poder conocer lo antes posible la causa de una peligrosa retención de líquidos. El problema se produjo a la vuelta, pues la ambulancia medicalizada que debía trasladarlo a donde le esperaba un grupo de médicos que le iban a someter & una nueva e importante intervención quirúrgica, no llegó hasta pasadas cinco horas.
La familia del paciente dice en la prensa que ha querido contarlo públicamente “para que no vuelva a ocurrir algo parecido”. Lo malo es que algo parecido va a ocurrir más veces, porque el retraso de la ambulancia medicalizada estoy seguro que no fue por culpa del personal que la atiende, sino por otros motivos.
Solo hay que conocer por dentro el sistema para comprender el problema que tienen los médicos que se ocupan de las ambulancias medicalizadas. La cuestión está en que, al parecer, todos tenemos derecho a solicitar que se nos preste atención inmediata, en las mejores condiciones y cuantas veces sea necesario. Pero resulta que los medios disponibles son escasos.
Ya veremos qué ocurre con la investigación que se va a iniciar. Pero estoy seguro de que la ambulancia medicalizada no pudo acudir cuando se la requirió, porque estaba atendiendo otra urgencia. El problema se presenta cuando hay que elegir entre cuestiones urgentes. Y cuando el médico decide que el tema que se le plantea no es lo suficientemente urgente para enviar una ambulancia medicalizada, porque se puede producir un problema mucho más importante y la ambulancia está ocupada, entonces corre el riesgo de que la cuestión se le complique, convirtiéndose en el posible responsable de un delito de omisión del deber de socorro.
No estoy hablando de oídas. Acaba de abrirse juicio oral contra dos médicos por supuesto delito de omisión del deber de socorro, por no haber enviado una ambulancia medicalizada para atender a una paciente que el mismo día había sido ya atendida dos veces por el mismo servicio de ambulancias.
Y el delito de omisión del deber de socorro es competencia del Tribunal del Jurado. Ya veremos que piensan nuestros conciudadanos cuando tengan que enfrentarse con ese asunto.
Y la semana que viene, más.
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