¿En qué momento germina la inquietud por cooperar? Desde esta pregunta sobre los orígenes se fue construyendo la mesa redonda con la que se clausuraba la actividad formativa de libre elección sobre Cooperación sanitaria al desarrollo dirigida a los alumnos de los últimos cursos de Medicina. La respuesta a esa primera cuestión es “poco a poco, como parte de un proceso paulatino y sin vuelta atrás” que obtuvo el consenso de los médicos cooperantes José María Ruiz Tudela, Simón Lubián López y Juan Manuel García-Cubillana de la Cruz, contertulios para la ocasión.
“Todos tenemos la inquietud por cooperar, sólo hay que buscar la oportunidad”, animó Simón Lubián a los alumnos y futuros médicos. La ruta directa hacia la cooperación del médico la indicó Juan Manuel García-Cubillana: “Hay que compartir y dentro de ese compartir está la solidaridad”. Fue vibrante el relato de José María Ruiz Tudela y la conexión, inmediata con los estudiantes.
Pero la cooperación requiere formación previa, conocimiento de idiomas y de un respeto a las culturas con las que el cooperante se relaciona. En todo momento, los ponentes recordaron esa obligación de formarse e integrarse en equipos con experiencia en terreno.
¿Ha cambiado en el tiempo la forma de cooperar? Indudablemente pero persisten las mismas pulsiones que sostienen la desigualdad: las ansias de poder, los ancestrales pecados capitales que alimentan los desequilibrios. Para combatirlos “es importante que no se rompan las ayudas económicas de los organismos nacionales e internacionales que permiten mantener la red de ayuda”, reclamó Ruiz Tudela.
La cooperación tiene que ejercerse en ese escenario de luces y sombras. Los resultados son excelentes en catástrofes, de lo que es testigo directo el Dr. García-Cubillana de la Cruz. En cuanto a las sombras… “el gran fracaso de la cooperación es querer que otras culturas hagan las cosas como nosotros”, reflexionó Simón Lubián. El mensaje de los médicos ya cooperantes a quienes lo serán en el futuro fue resonante: “Por disponibilidad de tiempo y oportunidad, es ahora el mejor momento para que os iniciéis en la cooperación”.
Y llegó el tiempo de hacer balance, de conocer la valoración de los alumnos y fue emocionante escuchar para los médicos que volvían al Aula Magna de la que fuera también su Facultad. Los estudiantes elogiaron el enfoque de la asignatura y la pasión con que había sido impartida y fue grato oír de quienes tienen una hermosa carrera hacia delante que se habían vuelto a encontrar con esa Medicina por la que decidieron ser médicos y de que la posibilidad de hacer realidad aquel sueño es real. Está todo dicho.
La iniciativa de acercar la labor solidaria a los estudiantes de Medicina ha partido de la Sección de Cooperación del COMCADIZ y en la última sesión, lejos de cerrar nada, se abrió una vía permanente de acceso de los alumnos a las actividades del Colegio de Médicos en esta materia y por tanto nuevas oportunidades en el presente/futuro de “seguir viéndonos a través de la cooperación”.