‘Los tres patios’ son un portal viviente y moviente. Lo saben los colegiados que este miércoles asistieron al Concierto de Navidad, quienes venían por primera vez y, con conocimiento de causa, aquellos que los han visto, en este tercer reencuentro ya, desde que nos anunciaran la llegada de la Navidad allá por diciembre de 2014. ¡Qué gusto asistir a algo familiar en la memoria pero nuevo ante los ojos! Si lo cantan ‘Los Tres patios’ en su generosa alegría, no miren los calendarios: la Navidad está aquí.
Ana Franco canta “la noche se hizo día” y no suena a la rutina de rotación de la Luna sino a la primera y original amanecida. Entonan el primero de los tanguillos y en una respetuosa interpretación del éxodo de Belén se reivindica a Cádiz como la tierra natal del Niño Dios. El villancico se hace conga o ballenato sin perder sino ganando en el mestizaje.
En el intermedio de la actuación un afable señor José pone un toque de humor a la Navidad, entre tierno y crítico, sencillo e inteligente dando forma a una personalidad que podemos identificar como familiar, que a todos nos recuerda a alguien cercano y que “ya tiene a la suegra como una más de la familia”.
Se anuncia desde el escenario un popurrí popular pero –ya se avisa al público- que “es hora de moverse del sitio”, el escenario se comparte y el patio de butacas es pacíficamente invadido por componentes del conjunto. Es la celebración final y coral porque “la Navidad ya llegó” –reza el clásico de ‘Los tres patios’- y no suena a anticipo sino a noche buena y a natividad en casa de todos.