En el Día Mundial de la Salud Mental (10 de octubre)
“… Que sabemos lo que queremos. Vive la vida igual que si fuera un sueño”. Así dice el estribillo de la canción más famosa del grupo Ketama, liderado por Antonio Carmona.
Según datos de la Autoridades Sanitarias, en los últimos años el aumento de consumo de fármacos psicótropos se ha disparado. Ansiolíticos y antidepresivos han entrado a formar parte de la lista de medicamentos más dispensados en las oficinas de farmacia. ¿Eso significa que han aumentado los trastornos y las enfermedades mentales en la población general?
Los estudios de prevalencia de las enfermedades mentales en la población general han venido a mostrar que dicha patología es frecuente y que es causa de una alta discapacidad para la persona que la sufre y que distorsiona en gran medida el entorno socio familiar del paciente. En los países occidentales aproximadamente una de cada cuatro personas cumple criterios de trastorno mental en el último año y alrededor del 40% llega a presentar trastornos en algún momento de la vida.
El estudio más importante realizado en España, antes de la crisis, (Estudio ESEMeD-España 2006) concluía que el 20% de las personas presentaba algún trastorno mental en cierto momento de su vida. El más frecuente era el episodio depresivo mayor, seguido de las fobias, la distimia y el trastorno por abuso de alcohol. En cuanto a los trastornos de ansiedad, son más frecuentes que los de depresión. La prevalencia en mujeres de los trastornos de ansiedad y depresión es más del doble que en varones, sin embargo ellos presentan con mayor frecuencia problemas de dependencia, con el alcohol a la cabeza. Estar de baja por enfermedad, estar desempleado o presentar alguna discapacidad suponen un factor de riesgo para padecer enfermedad mental, al igual que vivir en una gran ciudad o en un municipio pequeño.
Todos los expertos concluyen que la crisis que nos atenaza desde 2008 ha venido a modificar los niveles de salud de la población en general y de la salud mental en particular. En 2013 se publicó un estudio realizado en atención primaria en el que se medía la prevalencia de trastornos mentales en pacientes comparando los datos de 2006 con los de 2012. La depresión mayor sufrió un incremento ajustado del 19,4%, la distimia de un 10,8%, los trastornos de ansiedad generalizada de un 8,4% y las alteraciones somatomorfas de un 7,3%.
Los efectos negativos del desempleo y el trabajo precario sobre la salud mental no ofrecen lugar a dudas. La pérdida de empleo constituye uno de los principales factores de riesgo de aparición de problemas de salud mental tales como ansiedad, insomnio, depresión y conductas disociales y autolesivas. Los datos de mortalidad por causa de muertes ofrecidos por el INE en 2014 mostraban un aumento del 12,2% de la mortalidad trastornos mentales (incluidos las demencias seniles y vasculares) y de un 11,3% del número de suicidios (77% en varones).