José Arturo Visedo Manzanares
El 6 de Enero celebraremos la Epifanía (manifestación) de Jesús a los Magos.
De su existencia sólo se habla en el Evangelio de San Mateo, año 80 E.C. (dentro de los cuatro Evangelios canónicos): “Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos... abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra”.
Pero S. Mateo no menciona el número. Los Evangelios Apócrifos (S.II) les asignan número y nombre: Melchor, Gaspar y Baltasar. Hasta entonces había algunas representaciones tempranas en las que se veían dos y, a veces, cuatro magos eincluso las Iglesias ortodoxas y la Iglesia apostólica armenia aseguraban que eran doce, como los apóstoles o las doce tribus de Israel. Orígenes, en el S.III habla de que se trataba de tres por corresponder a cada uno de los regalos: oro (conferido sólo a reyes; había nacido rey), incienso (utilizado en los altares como ofrenda a Dios; era Dios) y mirra (utilizada en los embalsamamientos, como predicción de su muerte).
En el S.V durante el reinado del Papa San León (León I el Magno/Grande) el número se correlacionó con las partes del mundo que correspondieron a cada uno de los hijos de Noé: Jafet (Europa), Sem (Oriente Medio) y Cam (Alejandría-Egipto).
En el S.VI aparece en S. Apolinar Nuevo (Rávena) un mosaico con los nombres de Gaspar, Melchor y Baltasar.
La descripción corresponde a San Beda, el Venerable, monje benedictino (675-735) y hace referencia a las tres edades del hombre: Gaspar, anciano de cabellos blancos y barba larga del mismo color, Melchor el más joven, barbilampiño y rubio y Baltasar, negro de espesa barba.
Según S. Mateo “ venían del Oriente, se presentaron en Jerusalén, diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle. Al oír esto, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén. Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo”.
Unos dicen que venían de Persia, donde existía la casta de los magos ó astrólogos y otros dicen que de Caldea (Babilonia) donde surgió la astrología. El título de Reyes corresponde a Tertuliano en el S.II.
S. Mateo dice “Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino”, para burlar a Herodes el Grande.
La tradición dice que murieron martirizados en el año 70 de nuestra Era (5) y sus restos pasaron de Palestina a Constantinopla en tiempos de Constantino, donde permanecieron hasta ser trasladados a Milán en 1162 y tras su saqueo reposan en la catedral de Colonia, donde se veneran en un cofre de 350 Kg. de oro y plata mandado hacer por Carlomagno.
La estrella aparece recogida por S. Mateo: “Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño”.
Y por el libro Apócrifo del Rey Jacobo: “tan grande y brillante que dejaba invisibles a las demás”. Se considera como una triple conjunción de Júpiter con Marte y Saturno ocurrida el año 6 a.C. Otras versiones hablan de un cometa.
Antiguamente los cometas eran señales de algo importante, los nacimientos de Mitrídates y de Augusto también fueron precedidos de la aparición de un cometa.
En el S.IV ya aparecen en las Catacumbas de San Sebastián el buey y la mula que mencionan Isaías y los Evangelios Apócrifos.
Durante la E. Media se incorporaron los villancicos e hicieron de la Navidad una fiesta de enorme relevancia religiosa y social que se ha mantenido hasta nuestros días.
Nota: Resultaría abrumador citar a todos los autores cuyas ideas he utilizado aquí . Mi reconocimiento a todos ellos.