Antonio Ares Camerino
Todas las enfermedades degenerativas y crónicas tienen un patrón común: las padece una persona y las sufre su entorno socio-familiar. En el caso de las demencias, y más concretamente en el del Alzheimer, estas circunstancias llegan a provocar un deterioro y una pérdida considerable de calidad de vida de las familias de las personas afectadas.
En el año 1994 la Organización Mundial de la Salud, auspiciada por Alzheimer´s Disease International (ADI), declaró el día 21 de septiembre como el Día Mundial del Alzheimer.
Una de las consecuencias del aumento de la esperanza de vida de la población en los países desarrollados es el aumento de la incidencia y prevalencia de esta patología y otras relacionadas. Ello provoca importantes consecuencias sociosanitarias que hacen incluso que se tengan que modificar políticas asistenciales a corto plazo.
En España se calcula que alrededor de 3,5 millones de personas, entre las enfermas y sus familiares cuidadores, sufren esta enfermedad.
El Alzheimer se ha convertido en un problema sociosanitario de primer orden con incidencia en todos los órdenes de la sociedad (asistenciales, sanitarios, económicos, etc). La dependencia que genera no sólo afecta a la persona que la padece sino que la sufre la familia cuidadora. El lema escogido este año por la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias (CEAFA) es el de “SOLIDARIOS”. Con él se intenta que toda la sociedad asuma este problema como propio.
La Alzheimer´s Association ha creado una lista de señales de advertencia de la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencias. Las personas que puedan experimentar una o más de estas señales de alarma deberán consultar con su médico para que el posible diagnóstico se pueda realizar de manera precoz, lo que garantizará una mejor respuesta terapéutica y un retraso en el deterioro cognitivo.
10 señales de advertencia de la Enfermedad de Alzheimer:
- Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana. Olvidar información recién aprendida. Olvidar fechas y eventos importantes
- Dificultad para planificar o resolver problemas.
- Cambios en la habilidad de desarrollar y de seguir un plan o de trabajar con números.
- Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre
- Dificultad para poder desarrollar de manera adecuada actividades cotidianas y domésticas que hasta ese momento se realizaban de manera adecuada.
- Desorientación de tiempo o lugar. Olvido de fechas, épocas de año, lugares conocidos, mala concepción del tiempo.
- Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo determinados objetos se relacionan uno al otro en el ambiente. Dificultades para leer, juzgar distancias y determinar colores o contrastes.
- Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o en lo escrito. Problemas para seguir o participar en una conversación. Repetir muchas veces lo que se dice. No encontrar palabras para nombrar objetos o cosas de uso cotidiano.
- Colocación de objetos fuera de lugar y falta de habilidad para buscarlos. Colocar las cosas fuera de su lugar.
- Disminución o falta de buen juicio. Cambios de opinión momentáneos, problemas a la hora de tomar decisiones. Prestar poca atención a su aseo personal. Cambios en el estilo de vestir.
- Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en actividades familiares o sociales. Falta de iniciativa a la hora de realizar actividades sociales, laborales o deportivas que hasta ese momento se desarrollaban con normalidad.
- Cambios en el humor o de personalidad. Cambios anímicos, tendencia a la depresión, crisis de pánico y ansiedad.
(Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias)
(Sociedad Española de Neurología)