Desde hace más de un siglo, la Fundación para la Protección Social (FPSOMC) presta atención y ayuda integral a los médicos y sus familias a través de servicios y múltiples prestaciones: asistenciales y educacionales, para conciliación y la autonomía personal en el hogar de personas con discapacidad o dependencia, así como para la promoción de la salud del médico y la protección del ejercicio profesional. La profesión médica fue pionera en crear este modelo de protección “de médicos que protegen a médicos”.
Gracias a esta solidaridad de los colegiados médicos socios protectores de la Fundación, el Programa de Protección Social ha podido destinar en 2021 un total de 360.141 euros en ayudas a huérfanos de médicos de la provincia con discapacidad y huérfanos menores de 21 años y mayores de 60, médicos jubilados, ayudas educacionales, becas para estudios medios y superiores, médicos con discapacidad, ayudas por viudedad, tratamientos especiales para hijos entre 6 y 21 años, atención en domicilio o como parte del programa Protección COVID-19.
Esta aportación de más de 360.000 euros supone un incremento de casi el 26% respecto a las ayudas destinadas a colegiados y familiares de la provincia en 2020.
El Programa de Protección Social de la Fundación se financia a través de las cuotas voluntarias de los médicos colegiados de España, que se traducen en solidaridad y ayuda de los médicos hacia los médicos más necesitados y sus familias. Las aportaciones de sus socios protectores y donantes hacen posible que la FPSOMC gestione más de 750 prestaciones asistenciales.
Cada año la Fundación incorpora nuevas prestaciones y coberturas a su catálogo, sensible a la evolución de las necesidades de los colegiados médicos y sus familias.
Accede aquí al catálogo de prestaciones de la FPSOMC:
https://www.fpsomc.es/actividad/proteccion-social/prestaciones/catalogo-de-prestaciones/prestaciones
Detrás de las cifras se encuentran miles de historias individuales y todas ellas comparten el apoyo y el auxilio de cada socio protector con su valioso aporte personal a una obra colectiva necesaria: ayudar al que ayuda cuando es el médico quien se encuentra en situación de necesidad económica y social.
Ser socio protector es una decisión individual voluntaria pero el objetivo es lograr que quien decida ser socio protector lo sea durante toda su vida, pues su aportación es muy importante para mejorar la calidad de vida de un colectivo vital para la sociedad como son los médicos. Este es el valor y la fortaleza que dan sentido a la Fundación y mantiene vivo su legado.