El Dr. Mario Acevedo, psiquiatra de Algeciras, ha presentado ‘La herida límite’ y el ‘Manifiesto límite’, en los que propone una psicoeducación sobre esta patología
El psiquiatra Mario Acevedo presentaba recientemente en Algeciras ‘La herida límite’ y, a partir de esta obra, el Manifiesto Límite, en los que propone redefinir el trastorno límite de personalidad desde su propia denominación. “Debe entenderse como un trastorno por trauma complejo cronificado”, explica en su afán por que se reformuleesta enfermedad, que diferiría del TLP por su gravedad y repercusión clínica y legal y que se confundiría con otras patologías psiquiátricas antes de diagnosticarse acertadamente.
Propone toda una reconsideración de esta enfermedad, comenzado por modificar la propia definición de trastorno límite de personalidad. ¿Por qué?
Considero que no es ningún trastorno de la personalidad. Debe entenderse mejor como un trastorno por trauma complejo cronificado. En esta patología los síntomas han sido confundidos con rasgos.
La experiencia de los pacientes resulta egodistónica. Puede diagnosticarse antes de los 18 años si se cumplen los criterios diagnósticos antes de dicha edad y al menos durante dos años seguidos. Su gravedad y repercusión clínica y legal difiere también de los trastornos de personalidad al uso. La tasa de suicidios supera el 12%. Se insta a las autoridades a una reforma urgente en el Código Penal.
Se propone la denominación de trastorno límite debido a que los pacientes se hallan anclados en la organización límite entre la estructura psicótica y neurótica de la personalidad.
Utiliza la imagen de la “herida límite” -y así titula su libro- para llamar la atención sobre un trastorno que lleva a la victimización de la persona, que la daña biológica, psicológica y socialmente. ¿Qué tiene de característico esa herida?
Existe una herida biológica (vulnerabilidad biológica inespecífica), una herida psicológica (traumas) y una herida social (rechazo y estigma social).
Estas heridas son variables en cada paciente y se relacionan a través de la teoría de la convergencia.
La herida clave está determinada por la carencia de un vínculo afectivo en la infancia.
Los traumas psicológicos se perpetúan por la ausencia de un sistema de apego intrafamiliar, que impide la adquisición de una identidad biográfica y el desarrollo madurativo de la personalidad.
Y siguiendo con esa reformulación, reclama un circuito asistencial específico para estos pacientes. ¿Cómo debería ser esa red de asistencia?, ¿qué personal especializado debería integrar este sistema?
Estos pacientes no encajan en la red asistencial actual. Se precisa una red específica constituida por unidades distribuidas geográficamente compuestas de un hospital, un hospital de día y un servicio ambulatorio.
Estas unidades deben contar con un equipo multidisciplinar especializado integrado por psiquiatras, psicólogos clínicos, enfermeras y trabajadores sociales.
Sitúa el trastorno límite como “la enfermedad de nuestro tiempo”.
Es la enfermedad de nuestro tiempo, su prevalencia es superior al 2%-3%. No deja de crecer porque se halla impulsada por los valores de la postmodernidad que es el caldo de cultivo idóneo para la emergencia de este trastorno.
La cultura postmoderna no suele ofrecer una segunda oportunidad como sucedía en etapas históricas precedentes, a niños que fueron abandonados o maltratados en la infancia.
El concepto de maltrato debe incluir acción u omisión de cuidados, entornos invalidantes y el estigma social en diferentes ambientes. Este maltrato no es siempre malintencionado.
Los pacientes sufren vidas caóticas donde personas inocentes pueden padecer las consecuencias de la ira y la confusión causadas por sus heridas.
¿Es bien entendido este trastorno por los propios profesionales?
El trastorno límite de la personalidad ha sido históricamente confundido y malinterpretado por muchos profesionales.
Suelen diagnosticarse erróneamente varias patologías psiquiátricas previas, hasta ofrecerles al paciente su verdadero diagnóstico.
¿Por dónde pasaría la prevención del trastorno límite?
Podemos prevenir el trastorno si se cumple la legislación vigente en materia de defensa y protección a la infancia, que dota de derechos y dignidad a los niños como nunca en la historia.
Debe realizarse también una psicoeducación sobre esta patología en el ámbito familiar, escolar, comunidad científica y en la sociedad en general.
‘La herida límite’ fue presentado en la Asociación Madrileña para la Ayuda e Investigación del Trastorno Límite de la Personalidad (AMAITLP), en Madrid en marzo de 2022. Posteriormente se presentó en el Congreso de Patología Dual celebrado en Madrid, en octubre del mismo año, y finalmente en la Fundación Jiménez Díaz en junio de 2023 para convertirse en un libro de referencia sobre esta patología.
El Manifiesto Límite, que ha sido presentado en junio de 2024 en Algeciras en el Centro Documental José Luis Cano, está escrito en defensa del colectivo de personas con trastorno límite – más de 200 millones en todo el mundo–. Este manifiesto ha adquirido carácter de histórico al ser el primero que se realiza en su categoría.