El uso de la ecografía se abre paso en la atención a la cabecera del paciente. Atendiendo a esta premisa, el próximo 1 de octubre arranca en el COMCADIZ un curso de ecografía clínica básica en pediatría, cuya coordinadora, la Dra. Patricia Rodríguez Campoy, que equipara su trascendencia a la que tuviera el fonendo en su día, reclama un cambio de paradigma que haga de la ecografía una herramienta cada vez más rutinaria y menos extraordinaria en la atención integral que se brinda al paciente.
Este curso busca integrar la ecografía en la práctica clínica diaria del profesional. ¿Qué valores complementarios aporta a su labor?
Diferenciándola de la ecografía como herramienta diagnóstica integral, realizada habitualmente en los servicios de Radiodiagnóstico y que supone una formación que va más allá del enfoque de este curso, la ecografía clínica, la ecografía dirigida, la ecografía en el punto de cuidado o conocida también como “ecografía point of care” abarca un concepto más amplio. Su uso se hace cada vez más indispensable en la atención clínica, ya que permite a la cabecera del paciente, no sólo facilitar el diagnóstico, sino también ayudar en la monitorización, a tomar decisiones de forma inmediata y a guiar técnicas invasivas con mayor seguridad y eficacia.
¿En qué ventajas específicas se traduce?
Entre sus principales ventajas, ayuda a disminuir los riesgos de complicaciones en determinadas técnicas como la canalización de accesos vasculares o la evacuación de colecciones (derrames pleurales, abscesos, asicitis…); permite resolver de manera rápida, directa y continua problemas relativos a la situación hemodinámica, respiratoria o neurológica del paciente. También evita en múltiples ocasiones la realización de radiografías y TC, disminuyendo así la exposición del paciente y profesionales a radiaciones ionizantes y el número de pruebas complementarias y el traslado de pacientes inestables, además de disminuir el tiempo desde la sospecha al diagnóstico y tratamiento. Acortando así el tiempo de estancia hospitalaria.
Hablamos de cambios cualitativos…
Más allá de las limitaciones que suponen una accesibilidad más o menos viable para su uso constante e inmediato -algo indispensable-, es necesario un cambio en el paradigma con el que se enfoca la actividad diaria, al igual que lo fuese el fonendoscopio en su día, viéndola como un elemento más para la atención integral a los pacientes que atendemos, adhiriéndola a la práctica clínica como la herramienta fundamental que debe ser, haciendo de su uso algo cada vez menos extraordinario, y mucho más rutinario.
Cualquier médico dedicado a la atención del niño gravemente enfermo y que aspire a tener la mejor formación, no puede obviar los conocimientos básicos que le permitan incorporar a su quehacer diario el uso de la ecografía.
¿Qué conceptos teóricos y aplicaciones prácticas debe conocer y manejar al menos?
Los participantes en el curso, para obtener el máximo rendimiento del mismo, deben tener conocimientos básicos del ultrasonido como medio físico. Deben conocer el funcionamiento fundamental de los equipos médicos de ultrasonografía, las principales sondas ecográficas y las herramientas elementales para optimización de la imagen. También deben saber cuáles son las principales indicaciones y limitaciones de la ecografía en la práctica clínica; tener nociones básicas sobre los distintos patrones ecográficos fisiológicos y patológicos de los distintos órganos y sistemas (respiratorio, cardiocirculatorio y neurológico), así como de la anatomía necesaria para la realización de los procedimientos invasivos ecoguiados.
Estos conocimientos previos, que se irán ampliando de forma detallada durante nuestro curso, facilitarán la adherencia de nuevas nociones teóricas y prácticas para conseguir perfeccionar esta técnica y poder integrarla así en la práctica clínica diaria.
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