La especialidad de Psiquiatra del Niño y del Adolescente se aprobó en junio del año pasado. Desde entonces, la Comisión Nacional de la Especialidad trabaja en el desarrollo del programa formativo. Se espera que los primeros residentes se incorporen en 2017. El Dr. Conrado Montesinos, Psiquiatra de Adultos y Psiquiatra Infantojuvenil, que pronunciará una conferencia el lunes 26 de octubre en la sede del Colegio en Cádiz, explica la gestación del largo proceso que ha llevado a que esta especialidad sea hoy una realidad.
Va a cumplirse un año desde la aprobación del real decreto que regula la troncalidad del actual sistema MIR y por el que cristaliza la especialidad de psiquiatría infantojuvenil. ¿Cuáles fueron los momentos clave hasta su aprobación?
El objetivo de la creación en nuestro país de la Especialidad de Psiquiatría del Niño y del Adolescente (que así se llamará) data de hace muchos años. Desde los años setenta. Hay que hacer constar que el retraso también ha venido por la oposición de determinados grupos profesionales de la psiquiatría de adultos que veían con reticencia dicha creación, a mi modo de ver sin justificación.
El verdadero impulso se dio desde la creación de una Plataforma de Familiares de madres con niños con problemas mentales. Fueron innumerables las reuniones con Consejeros de Salud, Secretarios de Ordenación Profesional del Ministerio de Educación y de Sanidad, Portavoces de Sanidad de todos los partidos políticos, etc. El apoyo fue total desde el principio, a nivel político. Desde la creación de la Plataforma, yo les comentaba a los entrañables miembros de la misma (todas madres) que el empuje social sería fundamental, más que desde el ámbito profesional. Asimismo tuvimos numerosas reuniones con los medios de comunicación para difundir la noticia, tanto en prensa como en televisiones.
Algunos psiquiatras asesoramos a los miembros de esta Plataforma durante años. De hecho, la iniciativa de esta Plataforma Nacional llegó de manos de una madre gaditana. Quiero recordar, con especial afecto, al Doctor Jose Luis Pedreira, al Doctor Javier Sansebastián y a la Doctora María Jesús Mardomingo, los cuales pelearon denodadamente desde el principio junto a esta Plataforma, asesorando, participando en reuniones informativas, y sobre todo con su empuje moral.
¿Cuáles son los próximos pasos que lleven a hacer de la psiquiatría infantojuvenil una especialidad plenamente integrada en la práctica asistencial?
Desde la creación definitiva de la Especialidad, por Real Decreto del 25/7/2014, el siguiente paso ha consistido en la creación de una Comisión Nacional de la Especialidad, como existe en el resto de las especialidades del MIR. Esta Comisión deberá desarrollar el programa formativo que, imagino, constará de cuatro años de formación. Se deberá diseñar en qué consistirán las diferentes rotaciones. Hay que recordar que, en la actualidad, en psiquiatría solo hay una de seis meses. Los primeros residentes de psiquiatría del Niño y del Adolescente comenzarán en la convocatoria de MIR del 2017.
¿Qué modelo de formación MIR sería el idóneo para los futuros especialistas?
El modelo de formación ha de ser un modelo vía MIR, como en todos los países de Europa, en el que, al igual que en la psiquiatría de adultos, se establezcan las rotaciones específicas, autónomas y adecuadas para la formación de un psiquiatra de niños y adolescentes. En la mayoría de los países europeos la especialidad dura cinco años, pero creo que aquí serán cuatro.
Hay que entender que el sentido de la Especialidad consiste en que los síntomas de los trastornos en niños y adolescentes (sobre todo en niños) son muy diferentes a los del adulto. A veces completamente diferentes. Por ejemplo, en el Trastorno Bipolar. Y por otra parte, la exploración de un niño también es diferente, pues se basa más en la observación y no tanto en preguntas al paciente, como en el adulto.
Por eso el Psiquiatra del Niño y del Adolescente tiene que tener una altísima formación en psicoterapia, pues en la mayoría de las veces puede no ser necesario medicar.
¿Qué otros beneficios aporta la creación de la especialidad?
Debemos pensar dos cosas. Por un lado la psiquiatría del Niño y del Adolescente cumplirá una función preventiva en Salud Mental, algo fundamental en la medicina en general. Hay que pensar que, según la OMS, el 20% de los niños y adolescentes sufre algún trastorno en salud mental. En el niño existe, frente a lo que se creía hace sólo unos veinte años, la depresión, la ansiedad, el trastorno bipolar y hasta los trastornos psicóticos, por no decir el TDAH.
Pensar por otro lado que el 70% de las enfermedades mentales en adultos se generan antes de los 16 años.
¿Qué beneficios trae consigo la especialidad?
La creación de esta Especialidad va a beneficiar a todos. Beneficiará, sobre todo, a los niños, que estarán atendidos por Especialistas muy bien formados. Beneficiará a la sociedad en su conjunto, a través de esa psiquiatría preventiva que comentábamos. Y beneficiará por último a la investigación, con la creación de las Unidades y Servicios de Psiquiatría Infantojuvenil, independientes de las del adulto.
Una reflexión para terminar
Simplemente que aunque la asistencia en esta área de la psiquiatría es de calidad debido a la alta cualificación de los profesionales de la psiquiatría en España, la creación de la Especialidad como algo autónomo, específica e independiente, aumentará aún más la referida calidad de los servicios prestado por la Sanidad española.
Por último, agradecer enormemente al Colegio de Médicos de Cádiz, uno de los más activos en este tema, ayudando en todo momento a la Plataforma a dar a conocer esta nueva y joven Especialidad, así como a la sección de Comunicación del Colegio.