- 28 de abril de 2020. Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo
Antonio Ares Camerino
En el año 2003 se estableció, por parte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el día 28 de abril como el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. La celebración consiste en una campaña anual internacional para promover el trabajo seguro, saludable y digno. Además sirve para homenajear a las víctimas de los Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales.
En junio de 2019, en la Conferencia del Centenario de la OIT, se adoptó el Convenio sobre la Violencia y el Acoso en el Trabajo (Nº 190) y la Recomendación que le acompaña (Nº 206), que hace un llamamiento a la prohibición y la prevención de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
El lema elegido para este año 2020 fue “ROMPAMOS EL SILENCIO”. Hacer visible la violencia y el acoso en el medio laboral es un objetivo prioritario de todos los actores que participan en las relaciones laborales (trabajadores, empresarios, sindicatos y administraciones públicas). Según encuestas realizadas en nuestro país los sectores más proclives a padecerlo son las personas empleadas en las administraciones públicas, sanidad, educación, medios de comunicación y organizaciones ideológicas, como partidos políticos y organizaciones no gubernamentales.
Las circunstancias han obligado a la OIT a compartir el lema, inicialmente aprobado, con el COVID-19, y han propuesto un segundo lema “DETENGAMOS LA PANDEMIA”.
El gran reto de la humanidad se enfoca en controlar posibles brotes de enfermedades infecciosas en el ámbito laboral, y más concretamente el brote de COVID-19.
Cada día observamos como personal médico, de enfermería, demás personal sanitario y socio sanitario, que trabajan en Centros de Salud, Hospitales y Residencias de Mayores, personal farmacéutico, personal de supermercados, agentes de las fuerzas de seguridad, personal de servicios de extinción de incendios, personal de limpieza, trabajadores del sector agrícola y ganadero, transportistas, y todas aquellos empleados que garantizan nuestra salud, nuestra seguridad, nuestro sustento y nuestro “confort” durante el confinamiento, arriesgan su salud y la de los suyos, para poder atendernos. Y muchas veces lo hacen sin tener los equipos de protección adecuados para evitar posibles contagios.
A ello se ha sumado la insensatez de algunos “ciudadanos” que han demonizado en sus vecindario a trabajadores esenciales, que por velar por nuestra salud han tenido que continuar exponiéndose al riesgo.
Sirva esta Efemérides para reconocer el trabajo sin descanso y con pocos medios de protección del personal sanitario de nuestro país, cuyos contagios se cuentan por decenas de miles y cuyas muertes superan con creces la treintena.
A aquellas personas empleadas de Residencias de Mayores que con tanta entrega y cariño han dedicado su trabajo al cuidado de nuestros mayores y que saben que su labor nunca será lo suficientemente reconocida.
A las Fuerzas de Seguridad que han velado por que nuestro confinamiento sea seguro y sin riesgos añadidos, garantizando el cumplimiento de las normas.
Al Ejército, a los Cuerpos de Bomberos y a Protección Civil que en todo momento han considerado la Alarma Nacional como una entrega más allá de lo que nunca hubieran imaginado.
A las Gentes del Campo, tan maltratadas de siempre y que ahora hemos comprobado de lo indispensable de su existencia para poder seguir con nuestras vidas.
A todos los miembros y artífices de la Cadena Alimentaria, desde el origen hasta nuestra despensa, que han garantizado el abastecimiento y el sustento diario de millones de hogares.
A los miembros de la Comunidad Educativa que han hecho de su casa el aula virtual desde donde impartir sus enseñanzas.
A todos los profesionales que nos han protegido para que el parón no sea total.
A los millones de personas que han convertido su hogar en su lugar de trabajo.
A los capellanes de centros sanitarios y socio sanitarios que en su afán de hacer el último trance más llevadero han sucumbido ante esta catástrofe.
A todos aquellos profesionales que han antepuesto su seguridad y la de los suyos para garantizar que esta “cárcel” sea lo más llevadera posible.
¡Y Un recuerdo para aquellos profesionales que han dado su vida, y en especial para los médicos y médicas que se entregaron sin poner condiciones!
El miedo global
“Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo
Y los que no trabajan tienen miedo de no encontrar trabajo
Quien no tiene miedo al hambre tiene miedo a la comida”.
EDUARDO GALEANO
BIBLIOGRAFÍA
Velázquez M. La respuesta jurídica legal ante el acoso moral en el trabajo o mobbing. INSHT 2002