Garantizar la continuidad asistencial y un acceso real, evitar la conspiración de silencio, disponer de más y mejores medios y equipos multidisciplinares… Estos son algunos de los principales retos y “lo que echamos de menos” en la relación médico-paciente en el contexto final de la vida, tal y como lo expusieron los participantes en la mesa virtual organizada por el Grupo de Trabajo ‘Medicina y Final de la Vida’, celebrada este pasado jueves al amparo del Colegio de Médicos de Cádiz (COMCADIZ).
En la primera de las intervenciones, la Dra. Carmen de Francisco se refirió a la misión de los profesionales de cuidados paliativos de “intentar aliviar la sintomatología del paciente y de su familia, garantizar el cumplimiento terapéutico, evitar la separación que supone esa conspiración de silencio y, al saber darles la información que necesitan, ganar su confianza. La relación médico-paciente es el mejor de los medicamentos”, expresó. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, máster en Cuidados Paliativos y miembro del equipo de soporte de Paliativos del Hospital de Jerez, la Dra. De Francisco se mostró “agradecida por haber aprendido a ser médico gracias a los cuidados paliativos” y afirmó que gracias a estos cuidados “el profesional tiene la potestad de hacerse cercano”. Asimismo hizo hincapié en la importancia de la cadena asistencial, en la coordinación y puesta en común para lograr una buena comunicación entre todo el equipo y en la necesidad de “hacer mucha divulgación -también entre los propios compañeros- sobre los cuidados paliativos”. “El paciente -resaltó- nunca debe sentirse dejado de nuestra mano sino atendido de forma continua, ayudarle no solo en el control de síntomas sino en mostrarle que estamos con él, transmitir más allá de la frialdad de los tecnicismos y poner todo lo que tenemos. La calidad humana enriquece a todo el que participa, también al profesional. Es necesaria esa humanización de la salud”, afirmó.
A continuación, el Dr. Fernando Carmona se refirió a la relación médico-paciente en el ámbito hospitalario. En sus primeras palabras hizo referencia a la reciente comparecencia parlamentaria del Presidente de la Sociedad Andaluza de Cuidados Paliativos, en la que este destacó la eficacia y eficiencia de estos cuidados pero a los que la mayoría de la población que los necesita no tiene acceso y cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) los define como “derecho humano”. También hizo mención al Informe del Defensor del Pueblo de 2017, en el que se reclamaba actualizar y mejorar el Plan Andaluz, más y mejores equipos multidisciplinares o el desarrollo de un área de capacitación específica, entre otras carencias. “Pretendemos la atención integral del paciente y de la familia”, explicó el Dr. Carmona, especialista en Medicina Interna en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz, máster en Paliativos y en Bioética y Vocal de la Sociedad Andaluza y de Paliativos sin Fronteras. Apeló al término ‘dolor total’, que implica todas las dimensiones de la persona, física, psicoemocional, social y espiritual. “Para tratar ese ‘dolor total’ -indicó- necesitamos equipos multi-interdisciplinares, que presentan carencias en la actualidad” y resaltó la figura del enfermero gestor de casos, “fundamental para coordinar la continuidad de los cuidados entre el domicilio y el centro hospitalario”. El Dr. Carmona destacó que la atención no se limita a la asistencia hospitalaria del paciente sino que se amplía a la familia en la asistencia al duelo: “Más allá del fallecimiento, humanizamos también el ámbito familiar. La persona, desde su plenitud, es el centro de la atención y es necesario cuidar todo su entorno, desde familia, profesionales o voluntarios, para un buen cuidado del enfermo. Todos estamos en todo”, señaló.
El Dr. José Lorenzo de Motrico describió la “situación de tránsito” que experimenta el enfermo terminal y enumeró el volumen de factores que influyen en su calidad de vida: la edad, el grado de conocimiento de su situación, el tiempo de evolución y permanencia en esa situación a nivel físico y cognitivo, la responsabilidad inherente a la persona que es consciente de su estado, si ha realizado un balance vital y cómo ha sido ese balance. “Es muy importante hablar con el paciente y ayudarle en este aspecto”, señaló. Como médico psicoterapeuta y experto en medicina psicosomática, el Dr. De Motrico enunció además de los factores mencionados el sufrimiento de culpa del paciente por su entorno, la vinculación con el personal que le atiende, los sentimientos de trascendencia en su situación… “Debemos hacer una radiografía anímica del paciente para mitigar su dolor. En la familia y personas de su entorno tenemos otros pacientes que también tenemos que abordar. Un elemento de ese sistema se va y debe afrontar cómo se ve afectado ese organigrama y cómo se va a reestructurar. Hemos de contemplar todos los extremos y atender esos factores psicoemocionales y preguntarnos si la familia dispone de los medios para abordarlo”, explicó. El Dr. De Motrico también se refirió a la conspiración de silencio “que puede llevar al paciente a perder la confianza sobre su situación” y apuntó la importancia de conocer la actitud de la familia ante la perspectiva de la muerte e informarla sobre los retos a los que se enfrenta, desarrollar una buena comunicación con el enfermo, atender y ser receptivos a lo que nos quiere decir, disponer de tiempo para escucharle y permanecer con él en su silencio, ayudarle a que deje las cosas en orden y a despedirse”. Para el profesional, coincidió en significar la importancia del equipo multidisciplinar: el médico como factor de diagnóstico, la enfermería y auxiliares de clínica sobre cómo llevarlo a cabo, el apoyo psicológico… “No podemos evitar la vinculación que tenemos con el paciente. El fracaso profesional no vendría de la muerte del paciente sino de que muera con sufrimiento cuando existen medios para evitarlo a al menos disminuirlo”, reflexionó.
Finalmente la intervención a cargo de la Dra. Marina Gómez, Vocal de la Comisión de Deontología del COMCADIZ, no pudo llevarse a cabo como estaba previsto en el programa.
Esta mesa redonda fue presentada por la Dra. Felicidad Rodríguez, profesora de Genética Médica de la UCA y secretaria de la Comisión de Deontología del COMCADIZ, y moderada por el Dr. Miguel Ángel Vizcaya, profesor de Medicina Legal y Ética Medica de la Facultad de Medicina de Cádiz.