“Aquel lugar del sur no era la Costa de los Mosquitos (Mosquitia. Nicaragua) pero cada vez se le parecía más. Desde hacía unos años, nada más llegar la primavera y el aumento de las temperaturas, los atardeceres se habían convertido en insoportables. Tan sólo el Sol empezaba a declinar sus rayos y una nube picadora salía de lagunas, charcas y zonas pantanosas dispuesta a martirizar a la población con zumbidos y picaduras. Lo molesto en un principio sólo consistía en aguar alguna que otra barbacoa o fiesta nocturna en los albores del verano. Conforme avanzaba la temporada estival la cosa se complicaba y llegaba a ser insoportable. Repelentes, ahuyentadores, pulseras de citronela, sprays, velas, raquetas eléctricas, incluso hasta las antiguas tiras pegajosas para cazar moscas utilizadas en otros tiempos en colmados y tiendas de ultramarinos. Todos los inventos, habidos y por haber, se intentaban usar sin pudor. Pero las nubes de insectos voladores seguían martirizando a la vecindad de la comarca. La cosa empezó a ponerse seria cuando varias personas tuvieron que ser ingresadas por haber contraído, por la picadura de un mosquito, una enfermedad hasta entonces desconocida en aquella zona, llevaba el nombre de un rio, y sonaba a faraón egipcio”.
Unos de los efectos del Cambio Climático, que la comunidad científica ha demostrado hasta la saciedad pero que todavía los más necios se atreven a discutir, es el cambio del paradigma de las enfermedades infecciosas por paralelos. Y frio está en retirada cada vez más al norte y el calor y la sequia se expanden sin importarles la estación del año.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante el año 2023 la malaria afectó a 263 millones de personas y produjo 597.000 muertes en 83 países. Del mismo modo la Organización Panamericana de la Salud (OPS) declara que durante el año 2024 se han batido todos los récords de casos de dengue en Brasil y Méjico, con cerca de 10 millones de afectados. Si bien es una enfermedad con una tasa de letalidad baja supone importantes pérdidas en esos países, afectado como siempre a la población más vulnerable.
Frente a las enfermedades tropicales más frecuentes, como la Malaria, el Zika, el Dengue o el Chikunguña se realizan tímidos avances, pero son muchas las enfermedades infecciosas tropicales que están desatendidas como son lepra, chagas, tenias, oncocercosis, hidatidosis, rabia, tracoma, leishmaniosis, filariasis o pian. Más de 1.500 millones de personas forman parte de comunidades vulnerables frente a las enfermedades tropicales
Según el Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones de la Asociación Española de Pediatría (AEPCAV) durante el año 2023 se registraron en España 398 casos de Dengue (615 sospechas), 6 de Zika (24 sospechas) y 82 de Chikunguña.
Aprovechando la conmemoración de este día Mundial de las Enfermedades Tropical y Salud Internacional (SEMTSI) el Instituto Carlos III a través del Centro Nacional de Epidemiología (CNE), la Escuela Nacional de Sanidad (ENS) y el Centro Nacional de Medicina Tropical (CNMT), organiza un año más una jornada conmemorativa por el Día Mundial de las Enfermedades Tropicales Desatendidas el próximo día 29 de enero, en la que se presentará la Nueva Guía de la SEMTSI sobre las Enfermedades Tropicales Desatendidas. (Toda la información aquí: https://www.isciii.es/w/jornadas-isciii-por-el-d%C3%ADa-mundial-de-las-enfermedades-tropicales-desatendidas-ntd-day-2025Schedul)
Nuestro país, y más en concreto Andalucía Occidental (Cádiz, Huelva y Sevilla) llevan sufriendo durante los últimos años una invasión de mosquitos portadores del virus que provoca la Fiebre del Nilo Occidental, con más de un centenar de casos en 2024 y un total de 9 personas fallecidas. Este año 2025 el primer foco ya se ha detectado en la localidad gaditana de Puerto Real.
Detrás de este notable incremento de estas enfermedades están:
- La expansión urbana sin planificación urbanística ni medidas mínimas de saneamiento. Los arrabales de las megalópolis se han convertido en auténticos focos insalubres.
- El crecimiento de la población en los países más afectados.
- La migración descontrolada y sin derechos.
- El cambio climático.
En el año 2022 se realizó la Declaración de Kigali (Ruanda) en la que se proponen estrategias para la erradicación de estas enfermedades con el horizonte puesto en el año 2030. Sus objetivos básicos pasan por:
- Administración universal de los tratamientos disponibles.
- Reducción de la transmisión.
- Manejo de la discapacidad.
- Lucha contra la estigmatización.
El hecho de que estas enfermedades afecten a la población más pobre de los países más pobres no es óbice para que se pongan en marcha iniciativas financiadas por los países más ricos destinadas a la investigación en la prevención y el tratamiento de estas enfermedades, casi siempre olvidadas.
BIBLIOGRAFÍA
https://www.who.int/es/campaigns/world-ntd-day/2025
https://www.who.int/es/publications/i/item/9789240010352
https://www.paho.org/es/campanas/dia-mundial-enfermedades-tropicales-desatendidas-2025
https://www.aeped.es/comite-asesor-vacunas
https://unitingtocombatntds.org/es/the-kigali-declaration/the-declaration