La mayoría de nosotros tenemos una cuenta en alguna red social, sea Facebook, Twitter, Linkedin… Normalmente las tenemos para un uso personal, en donde tenemos a nuestros amigos, familiares y demás conocidos. En este caso, publicamos bromas, fotos personales, comentarios, y otros tipos de publicaciones que, en principio, no tienen importancia
Algunos profesionales abren una cuenta de manera profesional, en donde dan consejos, informaciones de interés sobre su ámbito de trabajo, o incluso consultas online a sus clientes/pacientes.
El problema surge cuando estos dos tipos de cuentas se mezclan. ¿Qué quiero decir? Hay que saber diferenciar entre tener una cuenta personal y una profesional y no mezclar los contenidos. Si nos decidimos por abrir una cuenta profesional en donde publicar consejos, o cualquier otra información de interés, debemos de tener sumo cuidado en no escribir otro tipo de publicaciones que puedan desprestigiarnos o quitarnos credibilidad como médico, tales como bromas, fotos personales, etc.
Los ciudadanos tienen una visión de los médicos sobre sus actitudes, conductas o comportamientos que debemos cuidar para no perder el prestigio y la reputación profesional que se nos atribuye por el hecho de ser médico.
En el Código de Deontología Médica de la OMC (2011), el Articulo 8.1 nos dice: “El médico debe cuidar su actitud, lenguaje, formas, imagen y, en general, su conducta para favorecer la plena confianza del paciente.” Al igual que cumplimos esta norma en el trato con el paciente en consulta, debemos hacerlo también en las redes sociales
De esta misma forma, un informe del King’s Fund publicado en 2004 apunta: “Para crear y mantener la confianza en la profesión, los médicos tienen que asegurarse de que su práctica refleja el comportamiento que la sociedad espera de ellos”
El 90% de los adultos intenta informarse online sobre su posible enfermedad utilizando para ello también las redes sociales. Las redes sociales también sirven como un punto de encuentro entre pacientes que sufren la misma enfermedad. Por eso es tan importante cuidar las formas en nuestras publicaciones en internet.
En definitiva, las redes sociales constituyen una buena plataforma para difundir tus capacidades, conocer y afianzar lazos con nuevos profesionales, promover ideas y mantener al tanto a tus pacientes de los nuevos avances que ocurran en tu campo. Lo más importante a tener en cuenta es no llevarlo nunca al terreno personal.
Fuente: “Manual de estilo para médicos y estudiantes de medicina sobre el buen uso de Redes Sociales” de la OMC
