La cooperación es visible cada día… y mueve el mundo
Los IX Diálogos para la Cooperación Internacional, que organiza la Sección de Cooperación Internacional y de Acción Social del Colegio de Médicos de Cádiz, tuvieron como organizaciones participantes a Fundación Madrazo y Fundación Cien Vidas. Con 26 años de historia, Madrazo es una organización multifactorial en sus proyectos, que nació en 1998 en reconocimiento al médico sevillano que le da nombre, asesinado en Ruanda. Cien Vidas se dedica a atender a niña con VIH en India, que sufren un gran estigma y el aislamiento social y familiar, y trabaja en terreno con seis organizaciones socias a las que financia.
Marta Crespo (Madrazo): “No podría dejar de cooperar. Lo llevo en mi día a día”
Esta novena edición de los Diálogos del COCMADIZ comenzaron por plantear qué nos mueve a cooperar Cada experiencia tiene componentes que le son propios pero la precede una inquietud coincidente. “La cooperación la tenemos delante todos los días y mueve el mundo”, afirmó Marta Crespo, secretaria general de Fundación Madrazo. Pisar terreno por primera vez en Guatemala le cambió la vida: “Una vez que te pones las gafas de la cooperación, ya no puedes quitártelas, todo lo vez de otra manera. No podría dejar de cooperar, lo llevo en mi día a día”, explicó. Además de estar presente en varios departamentos de Guatemala, Fundación Madrazo lleva a cabo proyectos en El Salvador y Bolivia, que se sustancian en acciones de emergencia, formación y educación, con un enfoque prioritario en salud, mejora de habitabilidad, género, seguridad alimentaria, fortalecimiento económico y medioambiente.
“Siempre tuve la idea de hacer un pequeño hospital o escuela en la India. Y cuando fui de voluntario a un orfanato de niñas con VIH entendí que era el mejor proyecto, ya que allí las niñas además de un hogar tienen atención médica y escolarización. Era una idea que dejaba para cuando me jubilara pero un día decidí que tenía que hacerlo ya sin esperar más”, relató Atanasio Flores, presidente y fundador de Cien Vidas, una organización que despliega su actuación en tres líneas: cooperación internacional en La India -fundamentalmente en proyectos de educación-, voluntariado internacional en salud y educación para escuelas del Gobierno y también en el apadrinamiento de niñas para su atención médica y escolarización. Pronto comenzarán en Bolivia con un centro médico y una escuela.
Atanasio Flores (Cien Vidas): “Cooperar te cambia la vida”
“En la distancia la acción se diluye si no terminamos pisando terreno, que es donde conoces a las personas y sus necesidades en el día a día. Cooperar te cambia la vida, la forma de ver el mundo”, abundó el presidente de Cien Vidas.
La catástrofe que ha castigado fundamentalmente a la Comunidad Valenciana quedará unida a la acción de la sociedad civil, a la respuesta de tantos voluntarios y voluntarias que no han dudado en acudir en auxilio de las personas afectadas. “Nos ha puesto a prueba y nos ha llevado a reflexionar sobre aspectos cruciales en cuanto al papel de la cooperación, la solidaridad y la preparación comunitaria ante emergencias. También ha demostrado lo imprescindible de tener una red de apoyo para actuar de manera inmediata y realizar una distribución eficaz. Y ha demostrado lo vulnerables que podemos llegar a ser”, reflexionó Marta Crespo. “Hablamos de comunidades vulnerables y nosotros también lo somos. No estamos preparados, como ha quedado constatado. La sociedad civil siempre acude en primer lugar y ahí la sociedad española es siempre un ejemplo”, coincidió Atanasio Flores.
¿Qué grado de colaboración encuentran las organizaciones en las autoridades y entidades locales cuando acuden a terreno? Atanasio Flores explicó que “en la India nos hemos encontrado muchas veces con resistencia y desde las instituciones públicas hay poca colaboración e incluso rechazo. Un exceso de burocracia que deja paradas las acciones, un control que obstruye nuestra labor. Nos ha costado mucho crecer como Fundación. Las organizaciones y las entidades son otra cosa, son nuestras amigas. Nosotros como Fundación garantizamos la sostenibilidad de los proyectos. A veces contamos con el apoyo local y a veces no pero eso no determina que el proyecto se lleve o no a cabo. La cooperación es involucrar a todos para que el proyecto llegue a buen fin”. Marta Crespo añadió que “lo más importante es el respeto cultural y la adaptación a las necesidades de la comunidad trabajando con sus líderes. Nosotros tenemos una experiencia favorable. Esa colaboración es la que permite que nuestros proyectos sean sostenibles en el tiempo y capacitar a los miembros de la comunidad para que esta sea autosuficiente y hacerlos participar”.
Muchas veces, son las mujeres de la comunidad las que desempeñan ese papel empoderador. “La mayor parte de nuestros proyectos buscan ese empoderamiento femenino y que sean ellas las que lideren los procesos de cambio en su comunidad”, señaló Marta Crespo, mientras que Atanasio Flores resaltó que “la formación es fundamental. La diferencia es poder tener una vida digna o no tenerla. Para nosotros el motor de desarrollo es la educación. Ellas sirven de ejemplo para acabar con estigmas”.
Las prioridades en cooperación han ido transformando en el tiempo, “han cambiado muchísimo. Se ha profesionalizado enormemente. La cooperación internacional es consciente de la necesidad de actuar con transparencia y ética, se ha vuelto más sensible y trabaja en lo transversal y lo sostenible”, opinó Marta Crespo”. Para Atanasio Flores, “la excesiva burocratización no ha mejorado la cooperación. Las organizaciones son las personas y depende de ellas. Se correo el peligro de un exceso de documentación que no lleva más que a complicarlo todo”.
Y para la conclusión de estos Diálogos del COMCADIZ quedó el mensaje de la importancia de las alianzas en cooperación, de la fuerza que adquieren las organizaciones cuando trabajan en red y de cómo, en esa interacción, se multiplican sus posibilidades de acción.