Miguel Fernández-Melero Enríquez. Asesor Jurídico del COMCADIZ
Algunas veces resulta difícil tomar contacto con los colegiados, sobre todo cuando son muchos los que se han visto afectados por un determinado problema.
En este caso se trata de unas diligencias iniciadas por la Guardia Civil, como consecuencia de una investigación que ha realizado, y que ha dado como resultado una denuncia, que se ha planteado en un Juzgado de Instrucción de La Línea de la Concepción, por un supuesto delito contra la salud pública y falsificación de documento público como son las recetas.
Desde el año 2013 hemos venido asistiendo a numerosos colegiados que prestaron declaración como imputados en dependencias de la Guardia Civil, y más adelante en las del propio Juzgado de Instrucción, habiendo emitido informe la inspección provincial de Servicios Sanitarios de la Delegación de Salud y bienestar social de Cádiz, en relación al hallazgo de recetas irregulares de anabolizantes.
Desde luego no voy a dar los nombres de los colegiados, pero quienes padecieron la situación lo pasaron tan mal que seguro que se acuerdan del asunto y con ésta pueden darse por notificados.
Lo cierto es que ahora, al cabo de cuatro años, me notifican un Auto en el que se acuerda seguir las mencionadas diligencias contra un celador que, prevaleciéndose de su cargo, se apropió y falsificó numerosas recetas de diversos médicos con el fin de obtener en distintas farmacias anabolizantes y esteroides, con el fin de consumirlos o de suministrarlos a terceros, acordándose el archivo provisional respecto del resto de los investigados en dicha causa.
No es la primera vez que pasa algo por el estilo, por lo que los colegiados harían bien en proteger sus recetas y sus sellos profesionales, impidiendo que cualquiera pueda tener acceso a ellos, que luego vienen los disgustos.
Y la semana que viene, más.