En diciembre de 1945, recién finalizada la II Guerra Mundial, las delegaciones de Naciones Unidas de Brasil y China propusieron la creación de una Organización Internacional de Salud. Su objetivo fundamental sería velar por uno de los pilares de los Derechos Humanos (libertad, educación, salud). En Nueva York, en julio de 1946 se aprobó la constitución de la OMS (Organización Mundial de la Salud). Entró en vigor el 7 de abril de 1948, cuando veintiséis de los sesenta y un gobiernos acreditados ratificaron su firma.
Desde el año 1950 se viene celebrando cada 7 de abril el Día Mundial de la Salud. Cada año se selecciona un tema a propuesta de la Dirección General, basado en las sugerencias de los gobiernos miembros. Este año el lema de la campaña es la DEPRESIÓN.
Esta enfermedad mental afecta a personas de todas las edades y condición social y de todos los países. Provoca tal deterioro que afecta a la capacidad de la persona para llevar a cabo las tareas cotidianas más simples, lo que afecta a las relaciones familiares, laborales y sociales. En el peor de los casos puede llevar al suicidio, siendo esta la segunda causa de muerte entre personas de entre 15 y 29 años de edad.
La depresión es un trastorno mental muy frecuente. Se calcula que puede afectar a más de 300 millones de personas en el mundo. Es la principal causa mundial de discapacidad y contribuye de forma muy importante a la carga mundial general de morbilidad. Afecta más a la mujer que al hombre. Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada o grave. Tiene un tratamiento eficaz, pero un alto porcentaje de pacientes no recibe terapia alguna. El riesgo de padecer depresión se vea agravado por la pobreza, el desempleo, acontecimientos vitales como la muerte de un ser querido o la ruptura de la pareja, la enfermedad crónica y los problemas con el alcohol y las drogas. La superación de la estigmatización de padecer una enfermedad mental como la depresión contribuiría a que un mayor número de personas se tratasen.
En manos de los profesionales sanitarios está el poder ofrecer tratamientos psicológicos, como la activación conductual, la terapia cognitiva y la psicoterapia interpersonal, o fármacos antidepresivos como lo inhibidores de la recaptación de serotonina.
Los objetivos que este año se marca la OMS en este Día Mundial de la Salud son:
- Mejorar la información sobre la depresión, sus causas y sus posibles consecuencias, y sobre la ayuda de que se dispone para su prevención y tratamiento.
- Conseguir que las personas sin tratar pidan ayuda.
- Conseguir el apoyo de familiares, amigos y compañeros de la persona afectada.
Nadie está libre de sufrir un proceso depresivo a lo largo de su vida. Vernos absortos por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades que antes nos eran placenteras, así como la incapacidad para desarrollar actividades cotidianas durante más de dos semanas, pueden ser síntomas de alarma. La pérdida de energía vital, cambios en el apetito, necesidad de dormir más o menos de lo habitual, ansiedad, disminución de la concentración, indecisión, inquietud, merma de la autoestima, sentimiento de culpabilidad o desesperanza y pasamientos de autolisis, perfilan la situación de depresión. Cuanto antes se rompa el bucle mejor será el pronóstico.
El primer paso es reconocer la enfermedad y pedir ayuda profesional.
¡Por tu salud mental y física!
BIBLIOGRAFÍA
www.who.int/campaigns/world-health-day/2017/event/es/
www.eitb.eus/es/noticias/…/dia-mundial-salud-2017-lema-hablemos-depresion