Vemos, con desolación, como se siguen produciendo agresiones a médicos y, aunque desde la Asesoría Jurídica del Colegio procuramos hacer todo lo posible para que se castigue a los autores de forma ejemplar (y que no vuelvan a incidir en tan execrables conductas), necesitamos un poco de colaboración activa por parte de los colegiados objeto de agresión.
Lo que precisamos es que, cuando se produzca una de estas situaciones, el colegiado avise al Colegio de Médicos lo antes posible. No es bastante que se avise a los servicios jurídicos de su centro de trabajo. Al efecto, el artículo 110 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece lo siguiente:
Las personas perjudicadas por un delito que no hubieren renunciado a su derecho podrán mostrarse parte en la causa si lo hicieran antes del trámite de calificación del delito y ejercitar las acciones civiles que procedan, según les conviniere, sin que por ello se retroceda en el curso de las actuaciones. Si se personasen una vez transcurrido el término para formular escrito de acusación podrán ejercitar la acción penal hasta el inicio del juicio oral adhiriéndose al escrito de acusación formulado por el Ministerio Fiscal o del resto de las acusaciones personadas.
Aun cuando las personas perjudicadas no se muestren parte en la causa, no por esto se entiende que renuncian al derecho de restitución, reparación o indemnización que a su favor puede acordarse en sentencia firme, siendo necesario que la renuncia de este derecho se haga en su caso de una manera clara y terminante.
Por eso precisamos que se avise desde el primer momento para que podamos ser parte en la causa desde el principio. Para ello existe un teléfono para casos de urgencias en el Colegio, que siempre está disponible (607919726). Se trata de que nos personemos en las actuaciones penales desde el principio, que podamos dirigir el caso desde el primer momento, y no cuando ya haya calificado el fiscal.
Igual que a los médicos, también a los abogados les gusta recibir el caso desde el primer momento y no cuando, quizás, ya el asunto no tenga remedio.