Entre septiembre y octubre de 2018, la Dra. María del Rosario León Morillo ha viajado por segundo año a Guatemala como cooperante de Médicos con Iberoamérica Ibermed y becada por el COMCADIZ con la ayuda que el Colegio de Médicos creara para estimular la cooperación entre los médicos residentes de la provincia. San Agustín Acasaguastlán, San Luis Jilotepeque y la Antigua/Volcán de Fuego han sido las tres etapas de una misión durante la que ha podido participar en el desarrollo de jornadas médicas, formación, coordinación de grupos dedicados a proyectos de reciclaje, entre otras actividades. A su regreso, la Dra. León Morillo se muestra reafirmada en su vocación como cooperante y reclama “oportunidades” para un país como Guatemala “que tanto necesita y tanto da”.
Guatemala, ese país de Centro América que tanto necesita y que a la vez, tanto da a los que tenemos la suerte de conocerlo a fondo. Es mi segundo año como cooperante en Guatemala y, sin duda, no el último. Si la primera vez iba ilusionada con la novedad y las ganas de darlo todo, en esta segunda ocasión se ha multiplicado por diez. Me creaba un poco de duda el hecho de comparar con el viaje de 2017, que me marcó y me hizo replantearme mi idea sobre este tipo de ayudas. Sin embargo, en 2018 solo pude reafirmar lo ya aprendido y reforzar mis ganas de continuar, a pesar de las adversidades. En Guatemala no solo hace falta dinero. Claro, claro que hace falta, pero no solo dinero. Hace falta educación, hace falta motivación, hace falta oportunidad y hace falta dinero. La mayoría de los problemas de salud que allí se ven están relacionados con la higiene y los hábitos de vida. Casas y casas de un único habitáculo donde duermen familias completas y con cocinas en el interior que no tienen escape para el humo ni mucho menos agua potable. Sarna, micosis, problemas respiratorios, parasitosis… todo lo que vemos y tratamos viene derivado de estas condiciones en las que no tienen más remedio que vivir. Y la gente de allí vale. Tiene inquietudes, tiene objetivos y tiene ganas, pero no tienen oportunidad. Por eso, además de los proyectos de salud y nutrición infantil, estamos apostando por el desarrollo de las comunidades, siendo los proyectos de gallineros y microcréditos los que más nos ilusionan y de los que ya estamos viendo resultados prometedores.