Las desigualdades siguen siendo un desafío fundamental para la cobertura sanitaria universal, y para cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
En los países pobres, una de las mayores limitaciones que plantea el abordaje del déficit de médicos es la escasez de profesores cualificados. Entre las opciones que se han planteado para acometer este obstáculo está el desplazamiento, por períodos cortos, de facultativos que desean cooperar en países en vías de desarrollo con un déficit grave de médicos. Tales actividades, sin embargo, deben estar enmarcadas en estrategias más amplias orientadas a fortalecer la capacitación de los países más pobres.
“Proyecto ULPGC-UniZambeze. Formación médica universitaria en países en desarrollo”
El déficit de personal sanitario cualificado es uno de los principales obstáculos para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en salud. El personal sanitario es una componente central de cualquier sistema sanitario y de la capacidad de cualquier estado de garantizar el derecho universal de la salud. Desempeñan un papel vital para garantizar una gestión adecuada de los elementos que componen un sistema sanitario: programas de asistencia sanitaria, instalaciones, presupuestos, farmacia, etc.
Según la Organización Mundial de la Salud, a nivel planetario son necesarios 4.300.000 trabajadores más (médicos, enfermeras y matronas) para que la asistencia sanitaria básica sea accesible para todos. Esta situación es particularmente dramática en los países más pobres: 57 países, 36 de los cuales están en África subsahariana y se enfrentan a una verdadera crisis en cuanto a recursos humanos en el ámbito de la salud se refiere. África soporta más de un 24% de la carga de enfermedad del mundo y aun así solo cuenta con un 3% de los profesionales mundiales de la salud, Singh y Sachs (2015).
Aunque se tengan en cuenta los préstamos y la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), en este continente se invierte menos de un 1% de los recursos globales destinados a salud.
La Fundación La Vicuña inició en 2011 el PFASORL en favor de la población refugiada saharaui en los campamentos localizados en Tinduf (Argelia) y se integra en el Plan Estratégico de Salud 2022-2026 del Ministerio de Salud Pública de la República Árabe Saharaui Democrática.
El Pueblo Saharaui vive una situación injusta de ocupación de su territorio, y como consecuencia, una parte de su población malvive refugiada en campamentos desde 1976. Son más de 170.000 personas las que dependen en su supervivencia de la ayuda externa que proporcionan la ONU a través de varias agencias, organismos públicos de cooperación y muchas ONGD.
Desde 2020 se ha agudizado la falta de medicamentos y alimentos, y con ello el aumento del sufrimiento de la población, con mayor incidencia en mujeres, infancia y personas dependientes.
En 2022 la Fundación La Vicuña inició el PFASORL en la República de Camerún, en cooperación con el Hospital de Regional de Foumban y la Asociación Insoláfrica, localizando sus primeros destinos en los municipios de Foumban (94.000 habitantes) y Kribi (70.000 habs).
Camerún (23,7 mill/ habs) cuenta con un complejo sistema sanitario en la práctica más privado que público, y que parece inadecuado para su población, en condiciones de pobreza multidimensional. El sistema público sanitario de Camerún no ofrece la atención de ORL a la población.
La Fundación La Vicuña desarrolla desde 2011 el PFASORL para atender el derecho humano a la salud de personas vulnerables, con la donación de equipos de diagnóstico y medicamentos, asistiendo a la población y formando al personal sanitario local en la especialidad de ORL, médicos de familia, enfermería clínica y de quirófano, audiológica y adaptación de prótesis. El apoyo sanitario se complementa para crear consultas de ORL y quirófanos, todo en beneficio de la población y de los profesionales sanitarios locales.
También se desplazan a destino equipos de voluntariado cooperantes sanitarios especializados en cooperación internacional: médico, anestesista, enfermería, audiometría protésica, electromedicina y otros grupos de interés, agrupados desde la sede principal en El Puerto de Santa María y también desde la delegación en Alzira-Valencia de la Fundación La Vicuña. Habilitan y dotan de material sanitario y equipos consultas de ORL, habilitan quirófanos y establecen protocolos de actuación con el Ministerio de Salud Pública y la Dirección de Hospital para favorecer también las necesidades de farmacia, analítica, evacuación de pacientes y asignación de personal sanitario local a la consulta, intervenciones y formación.
El pasado 4 de abril regresaron los cooperantes sanitarios desplazados a Foumban (Camerún) para el desarrollo del PFASORL, en colaboración con el Ministerio de Salud de Camerún y el Hospital Regional de Foumban.
El PFASORL cuenta con el apoyo institucional desde el Servicio Andaluz de Salud, Cooperación Internacional para el Desarrollo de Diputación de Cádiz y Cooperación al Desarrollo del Ayuntamiento de Alzira-Valencia. También son donantes la Fundación Dr. Pascual, la SEORL-CCC, el Colegio de Médicos de Cádiz y el Hospital Lluís Alcanyís-Xátiva, Hospital Universitario Puerta del Mar, Hospital Universitario Puerto Real, Hospital HLA Asisa Jerez, Clínica Dr. Casimiro, entre otros.
Hasta la fecha la Fundación La Vicuña ha desarrollado el PFASORL desplazando 19 Comisiones Médicas-Quirúrgicas y a 80 sanitarios cooperantes, ha atendido a 15.000 personas en consulta, ha realizado 900 intervenciones quirúrgicas, ha entregado 18.600 kg de material sanitario y ha destinado al PFASORL el 55% de la inversión solidaria realizada por la Fundación La Vicuña desde 2011, y que suma 780.000€. Una eficiencia a favor del derecho humano a la salud de 30€ por persona beneficiaria directa.
Por su naturaleza de entidad de utilidad pública la FLV está acogida Régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo.