La AACS culmina en El Chad su 39º campaña humanitaria
Dr. Julio Rodríguez de la Rúa
Desde el 4 al 22 de junio cinco sanitarios acudimos al Hôpital “Le Bon Samaritain” de N´Djamena, en El Chad. Por una parte, un equipo trabajó en higiene antisepsia-desinfección para disminuir las infecciones nosocomiales en aquel hospital. Lo integraban el Dr. Jesús Dávila Guerrero, especialista en Medicina Preventiva, y dos enfermeras, Charo Carreira Suero y Mª José Orozco Cózar, todos del H. U. Puerta del Mar de Cádiz. Por otra, un equipo de Traumatología y Cirugía Ortopédica nos desplazábamos allí por noveno año consecutivo, formado en este caso por el Dr. Martín Mantic Lugo, MIR IV de COT del H. U. Puerta del Mar de Cádiz, y por mí mismo como especialista en COT. Íbamos bajo el amparo de la Asociación Andaluza de Cooperación Sanitaria (AACS), siendo ésta la campaña humanitaria número 38 en que participaba.
La labor del equipo de COT ha tenido una triple vertiente que abarcó desde la faceta asistencial con un total de 43 gestos quirúrgicos, 85 consultas y 11 urgencias, con visita diaria a los pacientes ingresados, algunos de cuyos casos eran verdaderamente complejos y más en aquel medio: fracturas graves, pseudartrosis, artritis, osteomielitis, pandiafisitis, un fibrosarcoma… y numerosas curas.
Del lado docente y académico, teníamos con nosotros a estudiantes de la Facultad de Medicina, tres de 7º curso y otros tres de 4º curso, en la visita diaria de hospitalizados, en consulta y en quirófano. Hicimos muchísimo hincapié en escribir la hoja de evolución de la historia, en la firma de la medicación aplicada, en la prevención de neumonías hipostáticas, en la prevención de tromboflebitis, en la preparación del paciente y del área concreta de quien iba a ser intervenido antes de llevarlo a quirófano, en la higiene de las curas, en el lavado de manos entre paciente y paciente manipulados…
Participamos en cuatro staff de la Facultad de Medicina, los miércoles y sábados, invitados de forma activa por el Decano Prof. Farah. También se me invitó a presidir el tribunal de la tesis doctoral del médico P. Rodrigue y a ser miembro del tribunal evaluador de exámenes a estudiantes, y mantuvimos una reunión con una masiva representación de Enfermería y responsables del Hospital con una ponencia dada por parte del equipo que venía a ocuparse de la higiene del Hospital, hablando de Antisepsia-Desinfección. Siguió un coloquio muy interesante.
Hay además dos trabajos prospectivos en marcha, llevados a cabo con nuestra colaboración por el estudiante M. Edmon.
En el orden de la gestión, tuvimos una reunión densa con el P. Yves, Director Gerente del Hospital -persona inteligente, honrada y con experiencia en gestión- sobre el futuro del Hospital y reforzamos la idea de mantener y mejorar en el tiempo la higiene del Hospital. Aceptó poner en marcha de forma prioritaria y en cuanto sea posible la Unidad de Neonatología que lideran el Dr. Simón Lubián (Cádiz) y la Dra. Teresa Pinilla (Madrid). Sería la primera Unidad de Neonatología en aquel país, que es el segundo país del mundo con más mortalidad infantil, sólo superado por la República Centroafricana.
Tratamos otros temas muy interesantes, que ahora no viene al caso expresar.
Las labores realizadas por el equipo de Antisepsia-Desinfección tenían un objetivo era muy básico y muy claro: mejorar la higiene en plantas de hospitalización y en quirófanos así como el orden en sus instalaciones, mejorar los cuidados de Enfermería y la atención a los hospitalizados e intentar inculcar la gran importancia del trabajo de Enfermería en la salud de los pacientes.
Para ello, aparte de reuniones con responsables del Hospital, de la Escuela de Enfermería y de las Unidades, se hizo un enorme trabajo “a pie de obra”. Con su entrega, con su ejemplaridad, transmitieron aún más que todo lo mucho que teóricamente les exponían. Lo explicaré así: quisieron subir un peldaño en la Higiene del Hospital pero un peldaño ¡de enorme importancia! basado en la limpieza de las instalaciones con Eau de Javel (lejía) y con bayetas, mopas húmedas, para no levantar el polvo, higiene y preparación del paciente, antes y después del quirófano, lavado con mucha agua y jabón de pacientes y manos de los sanitarios e higiene en las curas.
Lo que puedo asegurar es que consiguieron que por primera vez en mi experiencia en cooperación el “Hospital oliera a hospital”.
Los cinco sanitarios volvimos con la enorme satisfacción del trabajo realizado y además con esa mezcla de tristeza, frustración, rabia, impotencia y, por qué no decirlo, ¡optimismo!… que siempre acompaña a los voluntarios-cooperantes.