- La Dra. Andrea Gómez López ha realizado dos meses de rotación en cardiología en centros de referencia de Bélgica y Dinamarca
La Dra. Andrea Gómez López se trasladó desde Galicia hasta Cádiz para hacer Cardiología, la especialidad que más le gusta. Su inclinación natural a vivir y a trabajar en otros países le llevó a presentarse y a obtener la Beca del Colegio Médico 2021 de formación en el extranjero para médicos residentes cuando estaba realizando su quinto año de residencia en el Hospital Universitario de Puerto Real, lo que le ha permitido rotar durante los pasados meses de febrero y marzo por centros de referencia como el OLV (Onze Lieve Vrouwziekenhuis), en Aalst (Bélgica), y en el Rigshospitalet, en Copenague (Dinamarca). Como en su caso, la beca del Colegio es una gran oportunidad para -apunta la Dra. Gómez López- para que los residentes completen su formación e incorporen nuevas ideas a su práctica profesional.
- ¿Cuál es la crónica profesional y vital que hace, apenas unos meses después de finalizar su estancia en Bélgica y Dinamarca?
Una experiencia 100% recomendable que volvería a repetir. No sólo a nivel profesional, ya que centros de excelencia hay muchos e igual no hay que irse tan lejos, sino también personal. He conocido a muchísima gente, de la que me llevo a amigos de verdad. Me ha permitido vivir en dos países que me encantan, practicar el idioma y ver otras formas de trabajar.
- ¿Qué le movió a decantarse por la especialidad de cardiología?, ¿por qué eligió este centro para su formación?
Podría decir que es por el campo tan amplio que tiene, ya que puedes dedicarte desde a la imagen, la clínica o el intervencionismo. Pero realmente la elección fue meramente porque desde que estudiaba la carrera era la especialidad que más me gustaba. De hecho me vine a Cádiz desde Galicia sólo para hacer Cardiología. Siempre me ha gustado viajar y vivir en el extranjero, por lo que tenía claro que quería utilizar los meses de rotatorio electivo para disfrutar de esta experiencia también a nivel profesional. Dividí el rotatorio entre lo que más me gustaba, el intervencionismo coronario y dentro de este la fisiología coronaria, por lo que me fui al OLV en Aalst (Bélgica) e imagen cardiaca en el Rigshospitalet en Copenague, ambos centros de excelencia.
- ¿Cómo era un día habitual de esta estancia excepcional?
En Bélgica la estancia fue intensa desde el punto de vista laboral. Tienen cuatro quirófanos de hemodinámica funcionando de forma simultánea. A las 8 de la mañana se empezaba con el primer caso hasta la pausa para comer, a las doce de la mañana, que normalmente siempre coincidía con una sesión clínica y después continuábamos hasta las 5 de la tarde más o menos. Al acabar, normalmente teníamos siempre trabajo que hacer de bases de datos, preparar los casos del día siguiente, sesiones clínicas… Todo el día sin parar se compensaba por trabajar con un equipo excepcional del OLV, que desde el principio me hicieron sentir como en casa, y por otro lado coincidí con un grupo de becarios extraordinario, desde el punto de vista profesional y personal con los que a día de hoy sigo manteniendo una excelente relación.
En Dinamarca se empezaba el día con una reunión de equipo en la que se planificaba la mañana y se comentaban casos de interés del día anterior. A continuación nos distribuíamos por las diferentes secciones, en mi caso TAC coronario. Desde el primer momento mostraron un gran interés y generosidad para que cumpliese mis expectativas en cuanto a lo que formación se refiere, y además me brindaron la oportunidad de participar en un proyecto de investigación.
- ¿Qué contrastes ha encontrado con la formación en su hospital?
Quizás lo que más me ha llamado la atención es el gran volumen de casos, lo que permite de forma diaria visualizar casos de gran complejidad técnica con un amplio abanico de recursos y equipos que actualmente sólo se encuentran disponibles en muy pocos centros en el mundo como por ejemplo la angioplastia coronaria robótica.
- ¿Cómo valora la concesión de esta Beca del Colegio de Médicos?
Sin duda una muy buena iniciativa que nos permite a los residentes salir fuera de nuestro ámbito, completar nuestra formación como médicos especialistas y poder incorporar nuevas ideas en un futuro, por lo que estoy muy agradecida. También tengo que agradecer al servicio de Cardiología del Hospital Puerto Real por animarme y darme todo tipo de facilidades para poder realizar estas rotaciones externas.