En el día de hoy, que celebramos nuestro día, el de miles de españoles que ponemos nuestras coronarias al servicio de la malograda Atención Primaria, debemos ante todo hacer un ejercicio de auto-reflexión y ver cómo nos van las cosas.
Muchos valoraremos la situación como “manifiestamente mejorable”, siguiendo esta nueva sistemática de valoración cargada de neologismos educativos. Y es que precisa de una gran vinculación por parte de nuestros dirigentes.
Y esa vinculación tiene que ser decidida y efectiva; alejada de toda esa parafernalia y palabrería impregnada de “falso buenismo”. El que los directivos no paran de decir que somos vitales para nuestra sanidad pública, pero no se nos tiene en cuenta como se debiera cuando se nos asignan presupuestos.
Dejémonos de grandilocuencias vacías: necesitamos dinero y punto. De grandes palabras andan cargados y sobrados nuestros directivos; de carencias en medios y personal ya anda sobrada nuestra Atención Primaria.
Necesitamos presupuestos para:
- Que las ausencias de personal se cubran íntegramente y a diario.
- Que las consultas dispongan del tiempo suficiente para dedicar a nuestros pacientes; ellos ven casi a diario cómo se insertan otros pacientes sin respetar su cita obtenida con días de antelación, por el abuso de otros usuarios por el sistema de las mal llamadas “urgencias” y por supuesto por las ausencias de su médico titular o sustituto.
- Que no tengamos que derivar nuestros pacientes a consultas hospitalarias para pedir pruebas complementarias, que nosotros mismos estamos capacitados para poder solicitarlas tras nuestra formación como especialistas, y donde con frecuencia vemos cómo finalmente solicita esa prueba un colega MIR que está realizando todavía su periodo de formación como especialista, e incluso en no pocas ocasiones un residente de nuestra propia especialidad…
- Que tengamos un grupo de colegas con contratos estables y de calidad lo suficientemente amplio para dar cobertura sobrada a las necesidades de sustituciones en nuestras áreas sanitarias por muy distantes y aisladas que estuvieran. Ello pararía ese ingente caudal de grandes médicos especialistas que salen fuera de nuestras fronteras y del que se benefician unos pacientes que no colaboraron con aportaciones de sus propios bolsillos en su formación.
- Que los dedicados a la docencia de forma sincrónica a la actividad asistencial estuvieran premiados, incentivados, reconocidos, valorados, gratificados, potenciados y pagados por la gran y difícil labor que hacen tanto en la docencia pregrado como en la postgrado.
- Que la Formación Continuada sea una formación de calidad y realmente continuada, y no como hasta ahora, sufragada por la industria farmacéutica o bien dependiente del voluntarismo de unos pocos que con el paso del tiempo no dejan de ser paradigmas reales del burn-out.
- Que nuestra propia labor se sepa valorar con objetivos reales de salud y no con medios torticeros de valoración, como es la bajada en objetivos que o no tienen nada que ver con la cruda realidad de nuestro día a día, o son netamente economicistas y alejados de nuestra labor asistencial.
- Que el liderazgo real plasmado en las direcciones de los centros de salud sean algo digno de acceder y que haya una pugna por su acceso dado su reconocimiento, valoración y compensación.
- Que la investigación no sea algo que se deba hacer de forma altruista en tu tiempo personal y a tu propio coste, puesto que la actividad laboral es únicamente asistencial y no existen presupuestos en el centro de salud para hacer investigación, o bien, las condiciones para hacer investigación no se adaptan a la cruda realidad de nuestro día a día.
En este día, sepamos aunar esfuerzos con una única y consensuada petición:
¡¡¡ PRIMERO PRIMARIA !!!
Dr. Manuel Mª Ortega Marlasca.
Vocal de Atención Primaria.
Excmo. Colegio Oficial de Médicos de Cádiz.