Hay días en los que te ves como la neurona está ya a punto de estallar. En estos días lo he tenido en varias ocasiones con una desgraciada paciente. Y subrayo lo de desgraciada y lo de paciente.
Es una persona con una gran minusvalía que está en un centro de una asociación que cuenta con ayudas oficiales de la administración. Por esta circunstancia, su directora refiere que está muy fustigada por la documentación y por ello, solicita una AUTORIZACION ESCRITA DE SU MÉDICO que le AUTORICE A BAÑARSE EN LA PLAYA.
Sobra deciros de lo ilegal, injusto, ilógico y descabellado de la solicitud. Francamente bien encuadrado dentro de las actividades a no realizar y casi digno ejemplo de la desburocratización. Si a mis pacientes les tengo que dar a cada uno un papel para autorizarles el baño, no daría abasto en un buen tiempo, y con ese proceder de todos los médicos, se dispararía el gasto en papel del Servicio Andaluz de Salud… ¿no?
A pesar de todas mis argumentaciones a ella y su hijo, tan solo les puedo dar un extracto de su historial con los tratamientos que tiene activos y sus problemas en uso de la legislación vigente.
Tras varias y reiteradas consultas y repetir a modo de disco rayado mis argumentos, finalmente son derivados a la dirección del centro.
La inequidad radica en la expresión de la pobre paciente… ”este año me quedo sin baño, pues todos mis compañeros tienen ese papel de su médico…”.
Mis argumentos y buen proceder no tienen por lo visto nada que coincidir con muchos de mis colegas…
PD: Os facilito un documento de digno repaso que ha elaborado recientemente el Distrito Huelva Costa. En el mismo consta todos los argumentos para dar respuesta a estas situaciones que a diario nos sobrecargan.
Dr. Manuel M. Ortega Marlasca. Vocal de Médicos de Atención Primaria del Excmo. Colegio Oficial de Médicos de Cádiz.