13 de enero de 2023, Día Mundial de la Lucha contra la Depresión
Antonio Ares Camerino
Hace casi 20 años Yolanda Virseda, licenciada en Filología Hispánica y Periodismo, publicaba un pequeño libro titulado ‘100 Citas Literarias sobre la Tristeza, la Depresión y otras Enfermedades del Alma’. Desde Lucio Aureo Séneca hasta Manuel Rivas, pasando por san Agustín, Lope de Vega, William Shakespeare, Luis de Góngora, Concepción Arenal, Rafael Alberti o Josefina Aldecoa, jalonaban citas que tenían que ver con los padecimientos de la psique. El mismo se ilustraba con sentencias de las figuras de la literatura y del pensamiento, a lo largo de la historia, que expresaban el sufrir del alma triste y deprimida.
La autora planteaba el hecho de que la literatura se pueda considerar como una consecuencia de la tristeza. Para ella escribir puede ser una forma de expulsar los fantasmas del alma, una forma de sobrevivir. De la pena imaginada de Calderón de la Barca a la necesidad de inventar la risa de Friedrich Nietzsche, del dolor del costado y del aliento de Miguel Hernández al que sufre y hace sufrir de Carmen Martín Gaite.
Cada 13 de enero se celebra el Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión. Ese trastorno afecta en España a unos dos millones de personas, aunque, según los expertos, se trata de una enfermedad infradiagnosticada a la que la detección precoz es fundamental. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la principal causa mundial de discapacidad, y contribuye de forma muy importante a la carga mundial general de morbilidad. Para la OMS la depresión nada tienen que ver con las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales a los problemas de la vida cotidiana. Cuando una depresión se instala en la vida con visos de larga duración e intensidad moderada o grave causa un gran sufrimiento y altera las actividades laborales, escolares y familiares. Su relación con el suicidio, en los casos muy graves, está más que demostrada.
Los datos del Ministerio de Sanidad constatan un aumento de las enfermedades mentales durante la pandemia. El aumento de los problemas de salud mental derivados de esta crisis ha puesto aún más en evidencia la necesidad de fortalecer la atención a la salud mental, identificando y gestionando las necesidades más urgentes del Sistema Nacional de Salud (SNS). La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicaba en 2018 un informe en el que estimaba el coste total de los problemas de salud mental en los países de la UE en un 1,3 % del PIB. Para España lo estimaba en un 4,2 % del PIB, repartidos en costes directos en asistencia sanitaria, en costes directos en programas de seguridad social y costes indirectos en relación con disminución la de productividad laboral.
El Observatorio del Medicamento de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) comunica en su informe de julio de 2022 un alarmante aumento del consumo de antidepresivos en nuestro país (10%), siendo el grupo de fármacos psicótropos que mayor incremento ha experimentado desde que se inició la pandemia.
La sintomatología de la Depresión está marcada por un descenso intenso en el estado de ánimo, pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar de las vicisitudes cotidianas de la vida, con una reducción de la energía vital que provoca una disminución anómala de la actividad, ese cortejo sintomático debe permanecer en el tiempo, y no debe manifestarse de una manera puntual y esporádica. A su vez se le suman ansiedad, alteraciones del sueño y del apetito, sentimiento de culpa y baja autoestima. La depresión es el resultado de interacciones complejas en las que influyen factores sociales, psicológicos y biológicos. Sufrir situaciones vitales adversas predispone a ella.
La OMS recomienda programas específicos con estrategias comunitarias que promuevan un modelo de pensamiento positivo, mantener un estilo de vida saludable y contacto social. Hay que huir de la estigmatización de la enfermedad mental para así conseguir que las personas pidan ayuda lo antes posible, ya sea a familiares, amigos o profesionales de la salud. Amplios sectores de la vida diaria, como la escuela, el lugar de trabajo, los entornos sociales y los medios de comunicación, deben contribuir a ello.
La Estrategia para la Salud Mental 2022-2026, del Ministerio de Sanidad, plantea una serie de intervenciones que son fundamentales para la mejora de la salud mental de la población española.
- La persona con problemas de Salud Mental como objeto de derecho.
- El enfoque de género.
- La participación de la persona con problemas de Salud Mental y de su familia.
- El diálogo y la escucha activa.
- La recuperación personal.
- La atención personalizada y segura.
- La continuidad asistencial y de cuidados.
“Todos los túneles son oscuros, el de la depresión, además de largo, es lúgubre. Todas las tristezas tienen sabor agrio, la de la depresión siempre deja un sabor amargo de boca.
Que la dulzura de un abrazo, que la tibieza y el calor de una mano amiga te sirvan para soportar el trayecto hasta la salida…. La luz”.
BIBLIOGRAFÍA
https://www.sanidad.gob.es/ciudadanos/saludMental/home.htm
Campaña Hablemos de #SaludMental