Como consecuencia de que he tenido mucho trabajo no he podido comentar algunas noticias que se han producido durante las últimas semanas y que pueden ser de interés.
Concretamente me refiero a información aparecida en la prensa general, por medio de la cual se informa que “dos cargos de Feijoo han sido imputados por homicidio en el caso de la hepatitis C. Un juez investiga el retraso en el suministro de fármacos a varios pacientes.”
La cuestión está en que la imputación por homicidio imprudente se deriva de las demoras que sufrieron enfermos de hepatitis C para recibir tratamientos nuevos entre los años 2014 y 2015. Según las noticias que nos llegan (y lo que justifica que la Audiencia Provincial de La Coruña haya decidido la imputación de los dos altos cargos de la administración gallega), el problema se centra en que el retraso en aplicar estos costosos y eficaces tratamientos nuevos, a enfermos que murieron sin llegar a tomarlos, se debió a “razones presupuestarias”.
La cuestión es muy delicada pues al primero que el usuario encuentra siempre por medio es al médico, que es al que conoce y al que termina por hacer responsable de las consecuencias que se derivan de las deficiencias del servicio.
Así pues, como quiera que de una forma u otra este problema presupuestario puede terminar salpicando a los colegiados, es por lo que vivamente recomiendo que en el caso que se produzca la ausencia de cualquier material, medicamento, utensilio, instrumento, herramienta o cualquier cosa que pueda terminar afectando a los pacientes, se ponga inmediatamente, por escrito y con el sello del registro de entrada, en conocimiento del que resulte ser responsable de ello.
Ya hemos tenido el caso de que por falta de un determinado material el que ha terminado sentado en el banquillo ha sido el colegiado.
Y la semana que viene, más.