Leo en la prensa local que en un hospital de la provincia se ha realizado un simulacro con el uso del botón antipánico, por medio del cual se emite una alarma en el caso de que un trabajador de la sanidad sufra una agresión.
Realmente se trata de una buena noticia que se ha hecho bastante de esperar. Últimamente están proliferando las agresiones a médicos y esto no puede seguir así, por lo que hay que utilizar todos los mecanismos de defensa de que se pueda disponer.
En el Colegio de Médicos de Cádiz se ha tenido, desde siempre, la política de responder a todas y cada una de las agresiones que sufran los colegiados de la forma más contundente posible. Sin embargo, la noticia que aparece en la prensa no me ha parecido una buena idea.
Creo que quienes no son personal sanitario, sino usuarios (que mal suena esa palabra), no deben estar al tanto de los medios de defensa que se establecen para la tranquilidad de quienes se ocupan de cuidar de la salud de todos.
Evidentemente la inmensa mayoría de las personas están con sus médicos y no se les ocurre agredirlos. Quienes lo hacen son una minoría que, no obstante, están creando una situación de tensión que no beneficia a nadie. El médico que es agredido no puede seguir haciendo su trabajo con normalidad, por lo que lo habitual es que haya de ser atendido por un compañero, y no es raro que termine por ser dado de baja.
Por eso, ¿qué sentido tiene que en la prensa se detalle, con pelos y señales, cuáles son las medidas de seguridad que se implantan? ¿qué ventaja supone para el personal sanitario por el hecho de que se diga, en público, que el botón antipánico es una herramienta informática que se instala en los terminales, y que por medio de ella se permite emitir una alarma, en el caso de que el trabajador sufra cualquier tipo de agresión?
Este tipo de noticias también las leen “los malos”. Por eso, en el caso de que alguien se proponga agredir a un médico, a partir de ahora lo primero que hará será arrancarle el teclado del ordenador, de forma que no se pueda activar la señal. Y la disposición adoptada, que ha sido revelada ante todos de esa forma tan extraña, perdería el efecto que se pretende.
Creo que en la lucha contra los agresores no se les debe dar a estos la más mínima ventaja. Por eso no me ha parecido buena idea que todos puedan conocer esa nueva medida de defensa.
Y la semana que viene, más.