Miguel Fernández-Melero Enríquez, Asesor Jurídico del COMCADIZ
Hace nos días un colegiado amigo me hacía una reflexión acerca de una de mis últimas tertulias, en las que me recordaba la importancia de que los colegiados acudan a la denuncia cuando se encuentren en una situación de coacción, por ejemplo, cuando un paciente le exija violentamente la expedición de cualquier receta o certificado.
Esa situación me recuerda la que sufrimos los abogados cuando nos encontramos con que cualquiera que no está de acuerdo con la línea de defensa que se lleva (normalmente los de la parte contraria) pretenden que modifiquemos nuestro modo de actuación.
En nuestro caso la situación la resuelve el artículo 464 del Código Penal, en el que se establece que el que con violencia o intimidación intentare influir directa o indirectamente en quien sea denunciante, parte o imputado, abogado, procurador, perito, intérprete o testigo en un procedimiento penal para que modifique su actuación procesal, será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a veinticuatro meses. Si el autor del hecho alcanzara su objetivo se impondrá la pena en su mitad superior.
Pues algo parecido ocurre con los colegiados. Cuando alguien trata de forma violenta que se le facilite lo que el médico no quiere, podría ser aplicable el artículo 172 del mismo Código Penal según el cual el que, sin estar legítimamente autorizado, impidiere a otro con violencia hacer lo que la Ley no prohíbe, o le compeliere a efectuar lo que no quiere, sea justo o injusto, será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres años o con multa de 12 a 24 meses, según la gravedad de la coacción o los medios empleados.
En todo caso, será preciso que el médico denuncie el hecho y que aporte las pruebas precisas para que se pueda conseguir una sentencia de condena contra quien realiza la coacción. Hay que tener en cuenta que la denuncia es personal y que, si son varios los médicos agredidos, o coaccionados, es preciso que cada uno presente su propia denuncia. Y recordar que la Asesoría Jurídica del Colegio está para eso, y que existe un número de teléfono para casos de urgencia, que está permanentemente a vuestra disposición, sin que haya que esperar a que sea lunes.