Por el Juzgado de lo Penal de Cádiz nº 2 se ha dictado Sentencia definitiva en un asunto que comenzó a tramitarse en el mes de mayo de 2016, la cual me acaban de notificar.
Se trata de un caso relativamente frecuente, pero que tiene una variante ciertamente poco habitual, y eso es por lo que lo traigo a esta Tertulia.
No es raro que desde una Farmacia se llame a un Médico, avisándole de que tienen la sospecha de que le han falsificado una receta. En tal caso el Médico hace lo que tiene que hacer, que es comprobar que la receta es efectivamente falsa, por lo que procede a presentar la correspondiente denuncia a la Policía y que ésta comience a realizar sus averiguaciones para localizar al autor.
Eso es lo que ha ocurrido en este caso, habiendo la Policía localizado a la persona que presentó en la Farmacia las recetas falsificadas.
Hasta aquí es todo normal. Lo que no es habitual es la fórmula que empleó esa persona para hacerse con las recetas. Según confesión de los propios autores, y así consta en la relación de hechos probados contenidos en la Sentencia dictada, A y B, aprovechando la amistad que mantenían y que el primero de ellos trabajaba en el servicio de urgencias del Hospital Puerta del Mar de Cádiz, procedieron a sustraer y posteriormente rellenar con recetas oficiales del Doctor X, imitando su firma, la prescripción mendaz del medicamento Arimidex, de tratamiento para el cáncer de mama, presentando el segundo de ellos en la Farmacia Y de Cádiz cuatro recetas a nombre de Z, su madre, que siempre desconoció esta actividad.
Lo que me ha resultado ciertamente sorprendente es que haya sido precisamente un empleado del Hospital quien haya sustraído recetas y le haya colocado las pegatinas del enfermo.
Esto nos enseña que hay que ser muy cuidadosos tanto con las recetas como con el sello, guardándolo en lugar seguro cuando el colegiado se ausenta momentáneamente de la consulta. Y lo mismo cabe decir cuando se trata de recetas electrónicas, pues no es la primera vez que alguien se ha colado en una consulta de la que el Médico había salido momentáneamente para aprovecharse de que el ordenador había quedado abierto y falsificarle recetas.
Y la semana que viene, más.