Acaban de notificarme una sentencia por la que se condena a un usuario del SAS. Resulta que, aprovechando que la médico había salido a hacer una gestión, se coló en su despacho y se llevó su móvil. Dada la cuantía del asunto se trató de un delito leve y por tanto la cuestión se resuelve con una multa. Pero el disgusto a la colegiada no hay quién se lo quite.
No es la primera vez que ocurre algo parecido, y de lo que hemos informado por este mismo medio. No solo ocurre esto en Centros de Salud, sino en cualquier parte, en Hospitales e incluso en los Juzgados. Por eso recomendamos no fiarse nunca de nadie.
Tampoco debe confiarse el colegiado en dejar el ordenador encendido cuando sale de su consulta por cualquier motivo, o el talonario de recetas, o el sello. Aunque sea un minuto para reconocer al paciente en sitio anexo, mientras un familiar se queda sentado en el despacho. Hay quien tiene la habilidad de aprovechar cualquier circunstancia para obtener beneficio.
Y la semana que viene, más.
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